La crisis del COVID-19 en Colombia y a nivel global ha derivado en la creación de todo tipo de estrategias para prevenir los contagios, para que los estudiantes puedan seguir estudiando en línea, los trabajadores sigan sus actividades mediante teletrabajo y los servicios públicos puedan responder a las demandas propias de una situación como la actual. Una de las principales y más importantes medidas es el aislamiento de las personas para evitar la interacción social y con esto la propagación del virus, sin embargo, merece la pena hablar sobre los desafíos emocionales, familiares y personales que esta medida supone a la cual debemos responder de forma solidaria y colectiva.
En Reino Unido uno de los temas que se ha abordado con mayor seriedad en la prensa es la ansiedad y los efectos que pueda tener la información que circula sobre el coronavirus en las redes, hecho que se agrava con el aislamiento de las personas que no saben qué hacer en sus casas y cómo lidiar con el encierro o la soledad. En Colombia necesitamos tener esta misma conversación con apertura y compromiso, partiendo de algo que debería ser indispensable para afrontar la crisis: no reenviar información que no sea oficial ni compartirla en redes o grupos de Whatsapp. Al respecto, estas últimas semanas han sido una prueba de que no estamos listos para asumir una crisis que se alimenta del estrés y la zozobra que la información falsa puede generar.
Si pudiéramos superar o controlar este primer punto daríamos un gran paso hacia la calma y al entendimiento de la coyuntura actual con responsabilidad. Ahora, queda un punto pendiente, a saber, cómo afrontar una larga estadía en casa sin querer arrancarse los pelos. En Colombia, según las cifras oficiales del DANE un 18% de los hogares son unipersonales, con lo cual un sinnúmero de personas tendrá que pasar en total soledad los días de aislamiento o cuarentena, personas que pueden experimentar un nivel de aburrimiento casi equivalente al dolor físico o ansiedad relacionada con la soledad y la falta de interacción o desarrollo de actividades.
Para esta situación debemos ser ingeniosos, reinventarnos y buscar todo tipo de alternativas para que la cuarentena sea un espacio de tranquilidad y de crecimiento personal. Una idea que hemos creado entre cuatro amigas podría replicarse en diferentes ámbitos: se trata de un proyecto que estamos iniciando en redes sociales para acercar a las personas a la lectura como una actividad divertida. Para estos días hemos creado un escenario llamado “Lecturas en tiempos de cuarentena” en el que invitamos a autores a compartir con las personas sobre sus libros y las ideas sobre las que se crearon. Este domingo contaremos con la autora Daniella Cura quien hablará sobre música y su obra “Esther Forero: La caminadora”, a través de la cuenta en instragram @cuandoleerescool. Creemos que estos espacios digitales pueden acercarnos y darnos un poco de paz en medio del aislamiento.
@tatidangond
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