Las fibras que mueven los libros
Estos espacios en los que se puede interactuar directamente con los autores de los libros son esenciales para despertar el interés en un tema o publicación. Asimismo, este evento también permite que haya una conversación social, mediada por las letras, sobre temas sumamente álgidos en los que no suele haber un consenso social. Lo anterior no es un hecho de menor relevancia, pues tiene un gran valor para la convivencia social y para el entendimiento de un país tan amplio como diverso.
Los libros son esenciales para que la sociedad pueda comprender hechos y realidades que van más allá de sus propias experiencias. Los libros curan pesares, se convierten en compañía, en conocimiento y en diversión, así como permiten trazar puentes entre personas que se conectan a través de la lectura. Durante los últimos años, me he convertido en una ferviente seguidora de las ferias de libros y de las oportunidades que estos eventos generan, no solo para la industria editorial colombiana, sino para lectores consagrados y no lectores que están dando sus primeros pasos hacia el amor por la lectura.
La Feria Internacional del libro de Bogotá (FILBo), además de ser un referente dentro de la cultura de quienes habitan la ciudad, se ha convertido en un lugar donde en cualquier stand o salón se promueven las conversaciones sociales, culturales y políticas más importantes del país. Estos espacios en los que se puede interactuar directamente con los autores de los libros son esenciales para despertar el interés en un tema o publicación. Asimismo, este evento también permite que haya una conversación social, mediada por las letras, sobre temas sumamente álgidos en los que no suele haber un consenso social. Lo anterior no es un hecho de menor relevancia, pues tiene un gran valor para la convivencia social y para el entendimiento de un país tan amplio como diverso.
La FILBo es sin lugar a dudas una de las ferias del libro más importantes de América Latina, sino la más importante, y dentro del mundo de las letras su prestigio es reconocido y valorado. Ahora, un aporte importantísimo que ha tenido la consolidación de este evento es la forma armónica en la que ha logrado inspirar otras ferias a lo largo y ancho del país, llevando a que este movimiento cultural en torno a los libros no sea exclusivo de la capital del país, sino que se haga extensivo a las regiones. Para que estas ferias de ciudades como Barranquilla, Medellín, Cali, Montería, entre otras, puedan tener igual impacto dentro de sus entornos, es necesario contar con el apoyo de una ciudadanía activa, que enriquezca estos espacios de forma continua y los incorpore como un evento infaltable dentro de sus ciudades.
Los esfuerzos y resultados de las ferias de libro regionales son notables, así que dada su relevancia para el crecimiento y desarrollo cultural de las ciudades en las que se realizan, deben contar con todo el apoyo económico tanto del sector público como privado, así como de la presencia de autores, críticos y lectores del país.
@tatidangond
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