En medio de la crisis actual cabe preguntarse cuántas noticias malas es capaz de soportar la mente sin llegar a enfermarse, toda vez que para estos días pareciera que nada bueno merece ser informado por los medios de comunicación. Las páginas iniciales de todos los medios reconocidos abren con un especial de muertes y contagiados del COVID-19, seguido de un sinnúmero de titulares asociados a los múltiples problemas que se derivan de esta situación.
Por otra parte, alrededor del mundo psicólogos y expertos en salud mental desarrollan estudios en los que se demuestra que la ansiedad y el estrés generado por el encierre crece exponencialmente con el consumo no controlado de noticias relacionadas con el coronavirus, recomendando a las personas que limiten las horas de acceder a la información y que eviten consultar información no oficial.
Ahora, por una parte, está el deber social y periodístico de brindar toda la información sobre el COVID-19, mantener a los ciudadanos informados sobre todas las medidas que adopta el gobierno, las prevenciones que se deben acoger y la situación global. Estas noticias generan un efecto, si se quiere, positivo al buscar que la sociedad tenga una mayor conciencia sobre las implicaciones que tienen sus actuaciones y la importancia de entender el interés general antes que el particular. Sin embargo, es necesario abrir el debate sobre hasta qué punto los medios deben limitarse a comunicar noticias sobre la crisis y empezar a explorar otros escenarios de comunicación, noticias positivas que alivien la carga emocional que estamos experimentando al consultar los medios.
Este debate no solo debe darse por un asunto de salud mental, también debe pensarse como una iniciativa para impulsar el mercado y generar una dinámica positiva entre los ciudadanos. Durante este último mes se han creado numerosos emprendimientos digitales, iniciativas para conectar a las personas, plataformas para potenciar la justicia, herramientas pedagógicas y técnicas para mantener el acceso a la educación. Todas estas noticias pasan desapercibidas o son comentadas en medios de comunicación de menor consulta, cuando merecen ser analizadas y documentadas para sacar el mayor provecho posible.
A través de la historia se han conocido múltiples situaciones de crisis social y económica (pandemias, guerras o recesiones), pero nunca habíamos estado tan conectados como hoy. Esta es una ventana inmensa para que personas de todas las nacionalidades puedan generar redes de apoyo, transferir conocimiento y crear oportunidades que pueden llevarnos a que una vez superada esta situación seamos una sociedad con valores más fuertes y capacidades adquiridas. Pensándolo por la salud mental o por los beneficios que esto tenga sobre la sociedad, es necesario que los medios comuniquen buenas noticias.
@tatidangond
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