Es importante recordar qué es la Jurisdicción Especial para la Paz. El exministro de Justicia, Yesid Reyes afirmó: “Los objetivos de la JEP son proteger los derechos de las víctimas y satisfacer su derecho a la justicia; ofrecer verdad a la sociedad colombiana, contribuir a una paz estable y duradera y adoptar decisiones que den seguridad jurídica a quienes participaron en el conflicto respecto a los delitos cometidos durante y en relación con el mismo. Los Estados tienen el deber jurídico de atender los derechos de las víctimas, así como el de prevenir nuevos hechos de violencia. Por esto, la JEP no está orientada de manera exclusiva a la imposición de penas que retribuyen un mal por otro, fijando su atención de manera exclusiva en el pasado. Su visión es prospectiva en cuanto –como parte de un Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición– busca asegurar que, mediante la reinserción social y la superación de las causas del conflicto, este no vuelva a repetirse”.
En pocas palabras, los derechos de las víctimas y la verdad son prioridades. Entender el pasado para no repetirlo. No es un tribunal para los 48 millones de colombianos, los terceros tienen la opción de participar o no en el proceso. El ejercicio de derechos políticos, de los integrantes de las Farc que resulten elegidos, no limitará el cumplimiento de las sanciones que les sean impuestas, ni afectará el deber de aportar a la verdad.
La JEP se ha convertido en la manzana de la discordia en vísperas de elecciones presidenciales. Estropearla es la nueva maña del Congreso. Los mismos que la apoyaron en su momento, ahora deciden boicotearla.
Curioso que Cambio Radical, varios senadores del Partido de la U, Conservador y Liberal, de repente, se aferren a sus ideales políticos. Se escuden en una supuesta ética (hasta olvidar cómo se enredaron en varios de los escándalos de corrupción más alarmantes de las últimas décadas). Son los defensores número uno de las víctimas, las mismas que ni siquiera son capaces de escuchar. Justifican con excusas incoherentes su evidente saboteo a la JEP, la columna vertebral del Acuerdo de Paz.
Con tanta mezquindad e hipocresía engañan a los colombianos. Se les olvida que aceptaron el fast track en 2016, que apoyaron el Acuerdo, que acompañaron a Santos durante casi 8 años, que Germán Vargas Lleras fue ministro y vicepresidente de su Gobierno. La realidad es que no existen convicciones políticas. La mayoría de las veces se vota a favor o en contra según la conveniencia del individuo.
Algunos congresistas han mentido. Manifiestan que la JEP tendría un sesgo ideológico, que la mayoría de magistrados son izquierdistas que favorecerán a las Farc. No cuentan que también hay integrantes que vienen de la justicia penal militar, figuras que se asocian con la derecha, así como defensores de derechos humanos que se pueden asociar con la izquierda. Manipular la situación con base a las supuestas ideologías políticas es la manera de infundir miedo en los ciudadanos. Querer evitar que defensores de derechos humanos y especialistas en el conflicto participen en este tribunal resulta sospechoso.
¿Por qué ciertos políticos y empresarios le tienen tanto miedo a la verdad? Es una pregunta que debemos repetirnos sin cesar. Tampoco podemos olvidar que los primeros en apoyar el proceso hoy se llaman opositores. ¿Por qué cambiaron tan drásticamente de bando? Siempre buscan al sol que más alumbre.
maria.matus.v0@gmail.com
@mariamatusv
Más Columnas de Opinión
¿Qué hacer con las tarifas de energía en la región Caribe?
Las altas tarifas de la energía en el Caribe son un problema social. La afirmación de que mes a mes cientos de miles de familias comen o pagan la luz no es lejana de la realidad. El recibo se puede llevar la cuarta parte de los ingresos de las f
Un faro de esperanza para la juventud
En medio del vendaval de desafíos que enfrenta la juventud contemporánea, marcada por la sombra ominosa de trastornos mentales que irrumpen cada vez más temprano en sus vidas, surge la necesidad imperiosa de tenderles una mano firme, de ofrecer
Café entre Evas
“Qué habría sido de las mujeres en el patriarcado sin el entramado de mujeres alrededor, a un lado, atrás de una, adelante, guiando el camino, aguantando juntas. ¿Qué sería de nosotras sin nuestras amigas? ¿Qué sería de las mu
Para el Descanso
La revisión de los titulares de prensa, o de cualquier otro medio de comunicación, se ha convertido en una seguidilla de sobresaltos. Quizá sea porque en estos tiempos todo se actualiza permanentemente, o porque la dependencia del clic induce l