Es un clamor del Caribe Colombiano ante la decisión de Álex Char de lanzarse al debate presidencial. El “ahora” es aludiendo a la frustración de la candidatura del costeño Sourdís cuyo eslogan era “ahora o nunca”, hace tantos años que ya se creía sería “nunca”. Pero será ahora. Por ello la euforia pese a que, por la demora de Álex en decidirse, ya había aparecido la opción de David Barguil, brillante hombre Caribe quien fue escogido como candidato oficial del Partido Conservador. El propósito es votar por gente Caribe. ¡Es hora de poner presidente! Pero sin dividirse, porque la cosa es sumando. 

Es que durante demasiados años el país ha sido gobernado por cachacos que han ignorado y hasta despreciado a la costa (incluso hubo uno que se jactaba de no conocer el mar) y que, además, no lo han dirigido con el regional sentido común indispensable en tales lides. El caso es que hay clamor por un candidato Caribe, y ahí está la oportunidad, que si bien el joven Barguil se ha destacado como parlamentario y ha librado exitosas batallas en contra de los abusos de la banca y a favor del ciudadano común mostrándose muy superior a la montonera, Álex es caso aparte. 

Su discurso no es promesero ni con rimbombantes frases, sino mostrando resultados en todos los terrenos. Y no sólo en las obras, o la salud, o la cultura, educación y demás, sino que construye sentido de pertenencia, proyecta a largo plazo, contagia optimismo, convoca juventud, tiene credibilidad, sentido común y coherencia. Todo lo que le hace falta a este país. Sin embargo, ya anunció su participación en una coalición. 

Es que existe un injustificado susto por las sospechosas encuestas petristas que son más la bulla que la cabuya, acuérdense del Plebiscito cuando vaticinaron a favor del SÍ un resultado 80-20, sumado a que si en cualquier reunión se pregunta a los asistentes si a ellos o a alguno de sus amigos lo han encuestado la respuesta es siempre negativa. El caso es que el susto de unas encuestas favorables al candidato chavista, y la ausencia de nombres verdaderamente de peso, o siquiera atractivos para el electorado como para contrarrestarlo ha puesto de moda a las coaliciones. Como quien dice, en gavilla. Pero Santos tiene infiltrados en todas. Y Santos equivale a Petro. 

Álex no las necesita. No requiere gavilla para derrotar a Petro en la Costa.  Seguro accedió por ser inclusivo. Y porque la cosa es sumando, no restando ni dividiendo, amén de la fuerza de los godos con Barguil, y que los ex alcaldes Peñalosa y Gutiérrez, y la ex gobernadora Dilian Francisca tienen también mucho que mostrar, prestigio y votos. Así que hay que ponerse pilas para que les gane a todos.  

Coletilla: Uribe se volvió a equivocar. Busca también alguna gavilla en las que será cola de león. O le tocará sólo, porque hay renuencia en las coaliciones para aceptar al C D. Debió arriesgarse y contarse. Pero no es lo mismo con Zuluaga que con la tremenda candidata que fue María Fernanda Cabal diciendo lo que la gente quiere oír. 

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