Conservar el progreso
Con seguridad tal persecución jurídico política no producirá efectos electorales, porque tanto los jefes políticos como la gente saben y conocen bien a los actores, tienen claro quién es delincuente y quién decente, y no modificarán sus preferencias, su reconocimiento, su gratitud ni su voto, y tampoco sacrificarán el desarrollo por escuchar los alaridos de los pájaros tirándole a las escopetas.
Barranquilla y el Atlántico descuellan en el panorama nacional por el vertiginoso desarrollo y progreso que han presentado en los últimos casi veinte años. Era, en efecto, desolador el estado que presentaban antes de la aparición del “Acuerdo Social por la Ciudad” de Guillermo Hoenigsberg que inoculó en asocio con el gobernador Carlos Rodado una nueva visión del desarrollo y un nuevo propósito de unidad para gobernar. Se trató de anteponer progreso y desarrollo frente a intereses políticos y partidistas. Hubo un gran acuerdo para todos empujar el carro en la misma dirección, y con ésa base se eligió como su sucesor a Álex Char, quien lideró el esquema de unidad convirtiéndolo en inamovible práctica que con gran éxito cumplieron todos los sucesores. Desde entonces y hasta hoy dicha unidad ha sido motor de desarrollo y evidente progreso.
Empero, siempre aparecen los contravía, los envidiosos y, claro, los petristas, que son adversarios políticos y por principio damnificados del desarrollo. Y así como aparecen diversidad de candidatos, aparecen también las guerras sucias. En Barranquilla, por ejemplo, pretendiendo ignorar los tremendos avances en todas las áreas presentados, intentaron primero descalificarlos tildándolos de “charistas”, y lo que lograron fue reconocerle ampliamente a la unión política coordinada por la familia Char la autoría de la maravillosa planeación y ejecución del envidiable desarrollo tanto en la ciudad como en el Departamento.
O sea, sirvieron de publicistas de la unidad. Ante tamaño error petrista, acudieron a la estrategia que tantos réditos le dio a Santos en su aspiración presidencial: envainar judicialmente a sus potenciales competidores, y así se sacudió de Andrés Felipe Arias y de Luis Alfredo Ramos. Creyendo que en Barranquilla funcionaría igual, lograron que judicialmente se acogieran absurdas declaraciones de una delincuente condenada, que se voló de la cárcel, que hoy “exige” extradición para pringar a quien fuere, y que asegura que en cabeza de Arturo Char Cambio Radical compró y endosó votos para el partido conservador gerleinista, menudo despropósito: Un partido político votando por su antagonista y adversario. Pero lograron que la absurda tesis la acogiera la Corte.
Con seguridad tal persecución jurídico política no producirá efectos electorales, porque tanto los jefes políticos como la gente saben y conocen bien a los actores, tienen claro quién es delincuente y quién decente, y no modificarán sus preferencias, su reconocimiento, su gratitud ni su voto, y tampoco sacrificarán el desarrollo por escuchar los alaridos de los pájaros tirándole a las escopetas.
Coletilla: Sorprendió la nota sobre la Universidad Autónoma, pues se esperaba positivismo ante la evidente recuperación de un paciente que andaba desahuciado y en las últimas. ¿Sigue en coma? ¿Cesaron las clases? No. Luce resucitado.
rzabarainm@hotmail.com
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