Con bombos y platillos el gobierno, con el propósito de elaborar un sesudo documento con recomendaciones para “impulsar la ciencia y la tecnología del país”, anunció la conformación de una Misión de Expertos en varios temas. Misión la llamaron, para no decirle Comisión, porque es proverbial que cuando desde el Estado se quiere entorpecer o anular algún proyecto se le encarga a una comisión, que mientras más numerosa peor de inane. Así que a esta la llamaron Misión de Sabios y estaba integrada por ¡cuarenta y tres! “expertos” en ocho diferentes áreas del conocimiento. Se dispusieron, entonces, a instalarla en rimbombante ceremonia.
No es fácil manejar una encerrona cachacal y, si el escenario es fastuoso y la concurrencia sobradora, la cosa se vuelve tan intimidante que para disentir o para pararse en la raya hay que estar muy convencido de las propias razones. Es lo que le ocurrió a Adolfo Meisel en la instalación a la que fue invitado para, en su calidad de rector de la Universidad del Norte, ser informado. Y claro, que a la vez sirviera de gancho ciego para el plante de socialización regional y para disimular que Uninorte no aparece en la lista de los planteles vinculados.
El caso es que antes de instalar la Misión repartieron entre los invitados los nombres y hojas de vida del combo integrante. Resultado: Se repitió lo que ya no es sorpresa: Desde la lente cachacal ¡Ningún costeño mereció ser convocado!
No se trata de pedir cuota regional, sino exigir la pregonada equidad. EL HERALDO registra que sí, que hay dos damas costeñas. Pero solo dos, amén que son cuasi extranjeras, años viviendo y trabajando por fuera. Si se quería incluir a quienes no vivieran aquí, faltó la convocatoria de Eduardo Posada Carbó quien, si bien hace años vive en Inglaterra, cada rato nos visita, se mantiene al tanto y escribe aquí sobre asuntos nacionales. El rápido chequeo de las hojas de vida muestra un montón de cachacales burócratas de la investigación (esta siempre estéril, no se les conoce resultado alguno), mientras en el Caribe tenemos personajes con más logros y más pergaminos. Gustavo Bell, por ejemplo.
Pero Meisel no tiene talante de gancho ciego, ya lo demostró en la Junta de Banrepública cuando en el seno de la misma se quiso evadir el compromiso de recuperar el Amira, y frenteó y logró cristalizar la aspiración local. También esta vez, cuentan quienes se encontraban en la presentación, que de una elevó su firme voz de protesta, hizo caer en cuenta del contrasentido inherente al anunciado propósito de “equidad regional”, y los organizadores tuvieron que aceptar su omisión y acordar un replanteamiento de la composición: Habrá nueva lista con algunos costeños incluidos. Y no es que se espere mucho de la tal Misión, que fijo será otra cachacada de saludo a la bandera. Pero es chocante que, mientras anuncian y pregonan la tal equidad regional, nos sigan dando tratamiento de hijos de menos madre. Bien por Adolfo Meisel.
Coletilla: Los paisas, tranquilos con el Cauca: Sus errores los pagará todo el país.
rzabarainm@hotmail.com
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