
Ante todas las cosas, es algo sumamente lamentable y repudiable, que parásitos mediocres de la política, estén ahí ostentando honorabilidad (sin ser ad honorem) y que encima de la manera más asquerosa posible se aferran como un tronco al cargo que poseen, pese a que son conscientes de que la gente en el fondo les tiene el más profundo rencor, basado en la impotencia de ver como basuras inservibles -Jennifer Arias-, que no tienen ningún tipo de conocimiento técnico que les acredite como capacitados, ocupen públicos cargos importantes… Y que además de Jennifer Arias, escudriñando a los otros señores, vemos que son la misma basura, que hacen planes contra la pobreza que terminan generando más pobres, no porque sea un plan nefasto, contratos, ya saben…70,000 millones… Y bueno en este caso, está caradura, pseudointelectual mediocre, en vez de renunciar, persiste en que es la universidad quien miente, cuando las pruebas no están de su lado. ¡Es aberrante! Pero por supuesto, seguramente debe ser muy difícil para ella, que, siendo joven, preside la cámara de representantes, claro, se siente realizada viviendo del estado…
Acuña Osneider
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