A falta de ver lo que nos muestren hoy Chile y Japón, hasta ahora Uruguay, Colombia y Brasil lucen como los equipos más sólidos y equilibrados en el comienzo de la Copa América.
No me atrevo a decir ya que entre esos tres se encuentra el campeón, porque en el fútbol, aunque sea una frase de cajón, “nada está escrito y cualquier cosa puede pasar”. Un Ray Vanegas podría aparecer aprovechando un parpadeo y te gana el partido que estaba totalmente controlado y con el empate 0-0 prácticamente sentenciado.
Afortunadamente Junior ha afinado su puntería en los penales y Vanegas, aunque no lo acepte, se dejó desconcentrar de Viera y mandó el balón a las nubes en el cobro que decidió el vencedor de la final de la Liga ante Pasto.
Pero ya me desvié demasiado del tema, la novena estrella del Junior todavía tiene tela de dónde cortar y muchas cosas por destacar, pero el asunto que me ocupa ahora es la Copa América y los favoritos que se asomaron tras los primeros partidos.
Brasil tardó más de 45 minutos para anotarle un gol a una frágil Bolivia que solo se dedicó a defender y nunca amenazó la portería de Alisson. Falta alegría y música sin Neymar. Sin embargo, hay samba en David Neres, Richarlison y Everton, tres caras nuevas del equipo de Tite, que ya tiene un buen tiempo de rodaje.
Ni hablar de Uruguay, que poco a poco ha venido renovando su selección sin perder su firmeza defensiva, estructura colectiva y su eterno espíritu de lucha. Mucho menos el poder goleador que significan Cavani y Luis Suárez, tan vigentes como siempre. Pobre Hernán Darío Gómez que ayer padeció cuatro ‘bolillazos’ de la garra charrúa.
Mal comienzo del técnico paisa en Ecuador. Todo lo contrario al de Carlos Queiroz con Colombia. Tremendo partido el que le jugaron los nuestros a Argentina, rival de jerarquía y respeto, así ahora mismo se encuentre en un hueco y sea visto por sus mismos compatriotas como Tahití.
¿Qué tal el desempeño de Wílmar Barrios? ¡Enorme! ¡Borró a Messi! ¡Fue un ‘lío’ pasarlo!
La Selección luce fuerte físicamente, en el juego aéreo, en velocidad, en dinámica y en fútbol. Atacó con muchos hombres y nunca la tomaron mal parada o en inferioridad numérica. Lástima la lesión de Muriel y que no pueda ser reemplazado. Pero hay variantes, aunque debieron llevar un extremo como Sebastián Villa en vez de tantos centrales. Si se la creen, Colombia puede llegar a la final.
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