Junior descansó y su hinchada también. Después de 18 partidos de Liga y cuatro de Copa Libertadores bastante estresantes, con muchos bajos y algunos altos, con más dudas que certezas, el equipo rojiblanco clasificó tranquilo en la última fecha de la Liga, en la que no tuvo acción.

Con errores y virtudes,  con críticas y elogios, ya logró cumplir con dos de los objetivos trazados para esta temporada: avanzar a los cuartos de final de la Liga y a la fase de grupos de la Copa Libertadores, algo relevante para las finanzas del club por las bondades económicas que implica la participación en el torneo internacional, sobre todo en estos difíciles días de pandemia (ya tiene en el bolsillo 4 millones 50 mil dólares).

Hay que reconocerle a Luis Amaranto Perea y a sus dirigidos esos dos logros, más allá de si el juego de Junior ha llenado o no la retina (aspecto que ya tocamos en distintos momentos). Lo que el técnico y los jugadores deben admitir y aceptar ahora es que esas no son las metas del ‘Tiburón’.

Lo menos que se espera de un equipo con la inversión de Junior, que tiene la nómina más costosa de la Liga (no necesariamente la mejor), es que clasifique entre los ocho mejores del torneo local (algo que viene consiguiendo consecutivamente desde el segundo semestre de 2017) y que trate de dar la pelea, en la medida de lo posible, en la fase de grupos de la Copa Libertadores.

La exigencia ahora en la competencia internacional no es que golee y pase por encima del River de Gallardo y el Fluminense de Kayky, el juvenil de 17 años que está deslumbrando en el fútbol brasileño. No, tampoco, pero sí se espera que compita, que luche, que enorgullezca y no dé vergüenza.

El plantel no es para pensar en ser campeón de América, pero sí para conquistar la décima estrella. Ese es el verdadero desafío, el único que tiene en la Liga.

Para conseguirlo es necesario que aparezca el Teófilo Gutiérrez más inspirado y el Miguel Borja más vigoroso y goleador.

El delantero cordobés es el indiscutible artillero de Junior. Ya suma 30 tantos con la rojiblanca.  Una gran cifra, y puede ser mucho mejor. A veces tiene unos partidos en los que se apaga y empieza a caminar la cancha. Pero no es solo Borja, es todo el equipo el que debe afrontar cada uno de los próximos partidos con la mejor garra y actitud. Se viene lo realmente exigente para Junior.