Dólar, oposición y Petro
No obstante, el colombiano promedio observa con preocupación la falta de una política macroeconómica para atajar el creciente valor del dólar. El ciudadano de a pie, no entiende cómo la situación económica de Estados Unidos, la guerra en Ucrania, el neoliberalismo y el mercado mundial, afectan directamente su economía.
Con un dólar a $5.000,00 es imposible escribir propositivamente, pues el impacto socioeconómico negativo es real.
No tiene sentido, con un dólar por las nubes, preguntarnos de quién es la culpa, cuando es imperativo para el gobierno el deber de buscar fórmulas, estrategias o políticas públicas, para blindar la economía del golpe.
El gobierno del presidente Petro no la tiene fácil, el enemigo interno, léase, -“Mente de la clase política destetada del erario”-, se la está jugando para el fracaso de su gobierno.
Ese enemigo interno, se resiste al cambio de paradigma económico neoliberal, proteccionista de la empresa privada, explotador de fósiles, y, suscriptor de tratados comerciales leoninos, por uno que privilegie a los más pobres.
El fracaso del neoliberalismo afectó la producción interna, heredada de gobiernos que llevaron a Colombia a ser uno de los Estados con mayor desigualdad, pobreza e indefensión ante el mundo económico, generando unas élites resistidas precisamente al cambio, enquistadas en el poder corrupto de la administración pública, que no aceptan un modelo económico más justo.
Aunque la oposición es un actor fundamental para el cambio de paradigma económico, no tiene una figura con talla intelectual, política y prestancia nacional, que represente un equilibrio, un freno o contrapeso a la política económica del presidente Petro.
Constituida por 2 o 3 twitteros, unas bodegas en redes sociales, un conglomerado de medios y la bancada del Centro Democrático, más que sentar posiciones desde los saberes económicos y macroeconómicos, asumen lo que para algunos es una válida oposición “crítica”. Pero, para otros raya en hilaridad, histeria e ignorancia, que le hace un flaco favor al pueblo colombiano, porque sin duda le apuesta con el alma al hundimiento de Petro y no a disminuir la pobreza de las mayorías ni fortalecer la democracia.
Claro está, el golpe económico ocasionado por un dólar a $5.000.00, no es producto de la oposición inane y pusilánime, tampoco lo produjo el gobierno del presidente Petro. Sin embargo, sí es un problema que debe afrontar su gobierno.
Gustavo Petro Urrego fue elegido presidente de los colombianos para gobernar, en 100 días de gobierno han sido muchos los frentes trabajados.
No obstante, el colombiano promedio observa con preocupación la falta de una política macroeconómica para atajar el creciente valor del dólar. El ciudadano de a pie, no entiende cómo la situación económica de Estados Unidos, la guerra en Ucrania, el neoliberalismo y el mercado mundial, afectan directamente su economía.
El ciudadano simplemente mira como su moneda es cada vez más débil, si su salario le alcanzaba para comer 2 veces al día, ahora le alcanza para comer una sola vez y si lo hacía una, se apodera de él, el hambre.
El problema no es Petro per se, nunca lo ha sido. El problema es la adopción de una política macroeconómica de gobierno, en beneficio de todos por igual, adecuada para protección económica de los colombianos. Ésta sí es responsabilidad exclusiva del presidente Petro.
@orlandocaba
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