La violencia en Colombia
Desde la academia el período de la violencia termina en 1958, pero si reflexionamos más a fondo hoy seguimos en pleno período de la violencia.
En días pasados en medio de una conferencia hablaba sobre el período de la violencia en Colombia como una parte de la historia nacional, pese a que las fechas varían según la fuente la más aceptada es el segmento comprendido entre los años de 1946 a 1958, en los cuales la guerra liberal conservadora nos llevó a escenarios macabros como los famosos nudos de corbata o corte de Franela, que eran el asesinato por medio de degollar a sus adversarios, violaciones, empalamientos, y todo el tipo de atrocidades de una guerra civil.
Desde la academia el período de la violencia termina en 1958, pero si reflexionamos más a fondo hoy seguimos en pleno período de la violencia, aquí cuatro ejemplos.
Primero: Las disidencias de las Farc y de los paramilitares siguen reclutando niños que son utilizados para acciones de inteligencia, logística y los más grandecitos son enviados en la primera línea de combate, ver niños en la guerra es una imagen dantesca que hoy se vive en Colombia igual que hace más de medio siglo.
Segundo: Las masacres son un hecho recurrente en Colombia, el año pasado tuvimos según las Naciones Unidas, más de 76 masacres, regiones del país donde el miedo impera, y este es el reflejo de un país bañado en sangre, igual que hace más de medio siglo.
Tercero: decapitados y descuartizados, la misma estrategia que en los años cincuenta que busca enviar un mensaje a sus enemigos y a las comunidades de terror para que no presten ningún tipo de colaboración con los bandos en disputa, aún hoy esto pasa en Colombia.
Cuarto: la defensa y justificación de actores sociales y políticos de la violencia estatal, a hoy es la de los falsos positivos, este crimen que es de lesa humanidad, que las Naciones Unidas se han pronunciado pidiendo más claridad sobre su sistematicidad, es un barbarie que dejó 6402 víctimas, y hoy es justificado por miles sino millones de colombianos que descalifican a las víctimas y justifican los hechos, igual que hace más de medio siglo.
Quinto: en esa misma línea la revictimización por parte del Estado, hace dos días tras el bombardeo que se conoció en el Guaviare, el ministro de Defensa sale a tratar a niños que son reclutados de manera forzada por los grupos armados ilegales como "máquinas de guerra", y el comandante del Ejército a los magistrados de la JEP y las víctimas de los falsos positivos los llama como " víboras venenosas". Con este contexto podemos decir que el gran problema que tenemos como país es que nos acostumbramos a la violencia, la volvimos paisaje, y hasta muchos llegan a justificarla y aclamarla. Y es que si reflexionamos en cómo fue nuestra niñez en términos informativos, veremos que nos criamos viendo noticias de tomas guerrillas, secuestrados, torturados, carros bomba etc. Somos un país que está anestesiado por la violencia, ya no lo conmueve casi nada y al contrario los discursos de odio cada vez venden más.
Es hora de que comencemos a generar una cultura de paz y reconciliación desde los colegios, las universidades y la sociedad en general, y que como nación rechacemos de manera enérgica cualquier tipo de violencia, venga de donde venga, sea ésta de las guerrillas, de los paramilitares, de los narcotraficantes, de la delincuencia común o de agentes del Estado, si rechazamos la violencia trabajamos en una cultura de paz y de defensa de los derechos humanos podríamos empezar a construir un país mejor para nuestras siguientes generaciones y no repetir la historia de La violencia por medio siglo más.
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