La medicina, y en general las demás actividades que mejoran la salud, tiene la necesidad de acudir a la investigación; así mismo las ingenierías y todas las profesiones. El desarrollo, el progreso y los grandes avances solo pueden llegar por este medio. La tecnología mejora si hay investigación, el medio ambiente y los cambios de la naturaleza difícilmente podrán ser, al menos seriamente enfrentados, si no investigamos. Pero, además, la situación económica y financiera necesita de una investigación permanente, que nos lleve a tener un conocimiento más profundo de sus variables. Investigar debe ser una obligación de las instituciones académicas, de los centros educativos, de las empresas, de la mayoría de las instituciones y de las personas .Tratar de separar la investigación de la vida sería un retroceso a épocas paleolíticas.
Inducir la necesidad de investigar a cualquier persona es una obligación para aquellos que nos beneficiamos de entender esa condición. El hombre que no investiga es un ser frustrado y tiene que basarse en lo que le dicen los demás, en información que muchas veces eso falaz, de momentos o situaciones importantes. Pero lo que es peor es la repercusión en las comunidades y los manejos de las decisiones políticas y administrativas solos basados en un presupuesto, creado sin la posibilidad de llegar a nuevos conocimientos. Solo esperando la información externa de los países desarrollados, cuya principal herramienta para seguir creciendo está sobre la base de la investigación.
Los políticos discuten programas proyectos y toman decisiones sin investigar muchas veces las ventajas y consecuencias. Todos los errores muestran que cuando no se conoce y se investiga los resultados quedan al azar y estos son impredecibles. Decir que Colombia investiga contando únicamente con el espejismo de Colciencias es una gran mentira (con un 0,25 % del PIB, 2,2 billones, en investigación y desarrollo, El Tiempo 2018). Mientras que en 2015 otros países como Israel 4,2 y Japón 3,2 del PIB. No llegaremos a ninguna parte con esta pingue inversión, tenemos que cambiar.
Se reconoce más a un deportista, a un artista y a un hombre de negocios que aquel que se gasta su vida estudiando y verificando procesos necesarios de entender para la comprensión de la vida humana, sin los cuales no podríamos permanecer vivos. Si no se dieran los grandes descubrimientos de la investigación científica los científicos no tendrían estímulos.
Un país que malgasta su presupuesto sin una definitiva apropiación en la investigación permanecerá siempre sometido a la influencia de aquellos poderosos que dominan con basa en sus nuevos descubrimientos.
Debemos dejar de invertir en decisiones politiqueras, muchas de ellas solo para el crecimiento personal de algunos, y dar un viraje urgente hacia la ciencia que nos lleve a una cultura de desarrollo e innovación, con mejoría en los procesos educativos, que nos ayude a controlar la criminalidad, la drogadicción, la violencia y muchos otros problemas, que si no investigamos nunca los vamos a resolver.
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