La semana pasada el país se conmocionó con la renuncia del fiscal Martínez, como consecuencia del fallo de la JEP en el caso Santrich. Las reacciones no se dieron a esperar; por un lado, los más pesimistas ven esto como un paso hacía el fin de la institucionalidad del país, por el otro, los más radicales (como Petro), ven la renuncia del fiscal como “una excelente noticia”. Ni lo uno ni lo otro. Peores cosas han pasado en este país para pensar que esta renuncia es la que hará tambalear la institucionalidad, y tampoco es acertado pensar que las condiciones en las que se produce la renuncia del fiscal, con un fallo a todas luces polémico (ver los videos y el indictment), sea una buena noticia.

De esta polémica, la única buena noticia que hay que aplaudir, arropar y apoyar es el llamado a un pacto nacional por parte del presidente Duque. Este país ya está cansado y necesita la construcción de una narrativa en la que estemos identificados la mayoría de los colombianos. Ahora bien, es en esta circunstancia que me gustaría realizar dos reflexiones primordiales. ¿Busca un pacto nacional unanimidad en las decisiones?, ¿qué temas se deben considerar para lograr un pacto nacional?

Es impresionante ver cómo una semana después del anuncio muchos medios dan por muerta la iniciativa, en vez de buscar formas de salvarla. Ayer se estaban quejando (los de la oposición) porque no estaban incluidos en el pacto nacional. Tienen razón, deben ser incluidos, sino no sería un pacto nacional. Pero esto no quiere decir que un pacto nacional busque unanimidad. Como en cualquier democracia, este tipo de espacios buscan escuchar y lograr consensos, que le permitan a unas “mayorías calificadas” que representen el sentir ciudadano, definir el rumbo de un país.

Pero la clave realmente está en definir sobre qué tratarán esos consensos. De leer los periódicos, escuchar las noticias, revisar las encuestas de opinión, de hablar con el vecino se puede extraer claramente los temas que más le preocupan al ciudadano colombiano. Seguridad y corrupción. No importa la ideología política, no importa el departamento en que se encuentren, son estos los temas recurrentes y es sobre estos temas que debe versar el gran pacto nacional. Adicional a esto, las causas de estos problemas a veces parecen interrelacionadas, como lo son el narcotráfico, la falta de justicia (impunidad) y el reducido liderazgo político.

Si realmente el presidente desea realizar grandes reformas que le permitan a este país avanzar, tiene en sus manos esta coyuntura política perfecta que podría aprovecharse para llegar a consensos sobre lo fundamental, y lo fundamental no es más que lo que realmente le interesa a la gente.  Avancemos con una verdadera reforma a la justicia, una verdadera reforma política, una verdadera reforma a los mecanismos de control al narcotráfico, y que esta oportunidad se convierta, como decía Álvaro Gómez Hurtado, en un verdadero acuerdo sobre lo fundamental.

@miguelvergarac