#PrayForAmazonia fue el hashtag de la semana. Las redes sociales viralizaron los incendios que se presentan en el Amazonas. Aunque la situación que se vive en la selva amazónica no es novedad, se convirtió en el tema de moda. Varias figuras públicas a nivel nacional e internacional se unieron al llamado de atención. Es importante dar visibilidad a las problemáticas sociales y ambientales. Es necesario concientizar a una sociedad que cada vez se deshumaniza más. Sin embargo, en un momento tan crucial, es indispensable ser consecuente.
La lucha actual se divide entre quienes defienden la vida, la naturaleza, el agua y el desarrollo sostenible, y entre quienes siguen aferrados al capitalismo salvaje. No es un tema de derecha o izquierda, es la vida lo que está en juego. Así que la conciencia ambiental está ligada a la conciencia política y electoral. No se puede desligar lo uno de lo otro. Por eso, es imposible ser ambientalista y votar por Bolsonaro, Macri, Trump, Duque o Maduro. Es ilógico defender el medioambiente y apoyar planes de gobierno que atentan contra el futuro del planeta. Algunos de estos líderes todavía insisten en negar el calentamiento global. Otros, continúan atados a lo insostenible. El progreso es inexistente si se destruye la naturaleza. A los grandes grupos económicos que dominan el mundo y los gobiernos —que parecen ser sus sirvientes— no les conviene dar el siguiente paso. No les interesa acabar con la vida. Entonces, ¿por qué siguen votando por ellos?
El cambio es posible, pero no está en un hashtag. Tampoco basta con reciclar, hacer donaciones o variaciones en nuestro estilo de vida. Es urgente tener conciencia sobre ello. Ahora, en las supuestas democracias en las que vivimos, todavía está el derecho al voto. Tenemos la responsabilidad de elegir. Ahí se encuentra la verdadera transformación: en la capacidad de hallar líderes que crean en un desarrollo sostenible y trabajen por hacerlo real. En organizarnos hasta formar movimientos que sean más justos y humanos, que tengan como prioridad el medioambiente y la vida. Debemos vencer el miedo, redefinir el hoy para asegurar el mañana.
La selva amazónica se volvió más inflamable a pesar de ser uno de los lugares más húmedos del mundo. Jos Barlow, profesor de Ciencias de la Conservación de la Universidad de Lancaster, le comentó a la BBC: "La gran mayoría de incendios que se dan en esta región poco poblada son iniciados por los seres humanos. Resaltan los vínculos con la ganadería y la tala, porque la ganadería involucra la quema de árboles y la tala hace que el bosque sea más inflamable. Gran parte de la selva está siendo talada, lo que deja huecos en el dosel que forman las copas de los árboles. Esto hace que el sotobosque se vuelva más seco y tenga más posibilidades de arder. También añade mucho combustible a la atmósfera porque deja ramas y hojas de la misma tala, que en caso de prenderse producen más calor. Otro elemento que ha vuelto a la selva más vulnerable a las llamas es el cambio climático”. Y sí, los seres humanos están matando el Amazonas. El pulmón del mundo está en crisis por culpa del hombre. Por culpa del capitalismo salvaje y el desarrollo insostenible. Es más, ¿cómo somos capaces de hablar de desarrollo cuando se destruye la vida? ¿En qué momento permitimos que el dinero prime por encima de la humanidad?
Para aquellos que votaron por los gobiernos que no tienen como prioridad la vida y el medioambiente, los invito a ser consecuentes. Ojalá se atrevan al verdadero cambio. La explotación de los recursos naturales podría dejar consecuencias irreversibles. Están acabando con la vida. Es hora de votar por políticos diferentes. Por demostrar que somos la generación de la transformación. Por convertir los hashtags en luchas reales, en luchas que combatan la deshumanidad.
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