La Jurisdicción Especial para la Paz es una institución acogida en la Constitución. Es el componente de justicia del Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y no Repetición creado por el Acuerdo de Paz. Tiene la función de administrar justicia transicional. Aunque su labor es fundamental en el proceso de paz, intentan destruirla y deslegitimarla. Pretenden que sea un adorno sin competencias reales. La realidad es que el Gobierno, el uribismo, algunos miembros de la política tradicional y el exfiscal, Néstor Humberto Martínez, boicotean la JEP, columna vertebral del Acuerdo.
Renunció el fiscal y sus razones son tan descaradas como sus acciones. Más que razones parecen excusas. Su comportamiento cada vez es más político. Las declaraciones que dio no parecen las del Fiscal General de la Nación, ni mucho menos las de alguien que respeta la institucionalidad del país. Todo lo contrario, llevan un subtexto que busca lo opuesto: pasar por encima de las instituciones.
“Exhorto a la ciudadanía a movilizarse con determinación por el restablecimiento de la legalidad y la defensa de la paz, en un marco de justicia especial que exhale confianza para todos los colombianos y no para unos pocos y, particularmente, para todas las víctimas del conflicto”, así terminó la declaración sobre su renuncia. ¿Cómo es posible que el Fiscal General de la Nación renuncie a su cargo y convoque a una movilización ciudadana porque el fallo de la JEP no le gustó? ¿Cómo tiene la desfachatez de mencionar a las víctimas cuando en repetidas ocasiones las estigmatizó y saboteó el Acuerdo de Paz? ¿Cómo habla de conciencia y dignidad cuando su renuncia debió ser por conflicto de interés en el caso Odebrecht y no por semejante farsa?
La decisión de la JEP —en el caso de Jesús Santrich— es válida. No se encontraron pruebas suficientes que demostraran que Santrich cometió un delito después del 1 de diciembre de 2016. La Fiscalía no presentó pruebas contundentes. Ni siquiera son claros los hechos del supuesto delito de narcotráfico. Ante esa ambigüedad, la JEP mantiene la garantía de no extradición por falta de pruebas. Sin embargo, aunque asegura la garantía de no extradición, respeta que la Corte y la Fiscalía continúen la investigación. La función del fiscal era seguir investigando, mostrar resultados. No hacerse el digno.
También es importante recordar que el fallo de la JEP se puede apelar. La crisis institucional es inexistente. El proceso se dio por vías jurídicas e institucionales. Lo que pasa es que el fiscal no respeta la JEP, pretende que se incumplan sus competencias. Genera zozobra en un sector de la sociedad para maquillar las verdaderas razones de su salida.
La renuncia del fiscal no es una protesta frente a una supuesta crisis institucional. Es una jugada audaz para abandonar la Fiscalía disfrazado de víctima. Es la estrategia perfecta para deslegitimar la JEP. Mientras, el uribismo grita: “¡Constituyente!”
@MariaMatusV
maria.matus.v0@gmail.com
Más Columnas de Opinión
¡Afinia nos tiene locos¡
Uno de los problemas más grandes que está afectado a los habitantes de la región caribe es el alto costo de los servicios públicos domiciliarios especialmente el servicio de energía. Desde hace muchos años la costa caribe ha recibido un serv
La Salud entre líos
Aunque los profesionales de la salud, tengamos como principios fundamentales, el de proporcionar nuestros conocimientos, voluntad, deseos, y en general permanecemos con todas nuestras fuerzas, puestas al servicio de las comunidades y personas, de
¿Qué hacer con las tarifas de energía en la región Caribe?
Las altas tarifas de la energía en el Caribe son un problema social. La afirmación de que mes a mes cientos de miles de familias comen o pagan la luz no es lejana de la realidad. El recibo se puede llevar la cuarta parte de los ingresos de las f
La Bestia – El temor a amar
La última película del aclamado director Bertrand Bonello (Saint Lorent, Nocturama) incursiona en el género de ciencia ficción mientras explora las complejas relaciones de pareja a través de un romance que trasciende distintas épocas histór