Varios aficionados al boxeo, a raíz de la crónica que sobre el ex campeón mundial de peso completo Rocky Marciano, nos indagan si pudo haberse establecido con claridad la mañosa manipulación que el mánager de Marciano llevaba a cabo en los contratos para combates de su pupilo. Se recordarán el modus operandi del hombre que presentaba un contrato ante la comisión de boxeo de Nueva York donde Marciano firmaba por una determinada suma de dinero, pero era otra la que ejercía ese mánager para embolsillarse la diferencia.

No se sabe si Marciano denunció a su mánager ante la comisión de boxeo. Solo se sabe que habiendo realizado hasta esos momentos el combate número 49, Marciano se retiró de inmediato del boxeo, negándose enérgicamente a efectuar el combate número 50 de su carrera, que es lo que más han lamentado los aficionados estadounidenses. Marciano, como ya hemos dicho, dejó para el boxeo uno de los récords más impresionantes, a pesar de su baja cuantía de 49 combates. Ciertamente, 49 peleas no es una cifra que pueda impresionar en el boxeo profesional, pero el hombre se llenó de ira y le dijo adiós al pugilismo.

Hay un récord que en el periodismo internacional y especialmente el de los Estados Unidos, que lo rehúye de presentación en las crónicas que hablan de Marciano, pero las cifras están ahí, así como las características. Y es que Marciano fue un púgil blanco que derrotó a todos los boxeadores de color que se le enfrentaban. Marciano no le sacaba el cuerpo a ningún desafío. Se recuerda que era un admirador ferviente del gran Joe Louis, pero cuando tuvo que desafiarlo –porque el ganador de un combate entre ellos tenía el derecho inmediato de pelear por el título– y por eso, “con dolor” de su alma, como dijo alguna vez, tuvo que enfrentar a Louis, a quien noqueó dramáticamente, sacándolo del ring. Louis cayó sobre la cuerda más alta y en la voltereta cayó en la zona del ring que hay después de las cuerdas.

¿Qué lugar tiene la pregunta que pretende asignar el sitio en el ranking de los campeones mundiales? Difícil es precisarlo: Marciano con sus 43 combates ganados por nocaut y solo seis por puntos, tiene que estar entre los cinco mejores campeones del mundo.

Se retiró del boxeo con un capital de casi un millón de dólares y se dedicó a prestarlos a empresas y a individuos, y no dejaba huella de esa actividad; prestaba el dinero sin constancia alguna, y los amigos lo prevenían del peligro que se le negara el préstamo. Marciano le contestaba a los amigos que aquel que le negara la suma que le había prestado, “con estos dos dedos” y señalaba el índice y el dedo grueso, los estrangulaba. Marciano como se sabe pereció en un accidente de aviación y a la viuda le negaron todos los préstamos que su marido había hecho, muriendo finalmente en la más completa pobreza.