Al momento de enviar esta columna, los muertos ascienden a 21 y los heridos son 68. Colombia se encuentra de luto, pues una vez más tenemos ante nosotros un acto terrorista que sacude a la nación y que deja a familias despedazadas. Colombia comienza el 2019 con sangre, con llantos y con madres desconsoladas. Colombia pierde a 21 héroes que con su afán de proteger al país y cuidar a sus habitantes, terminaron entregando sus vidas. Colombia se encuentra en un estado vulnerable. 

Y a pesar de que debería ser un momento en el que nos concentremos en lo importante, en el que apoyemos a los familiares, en el que nos solidaricemos con la Policía Nacional, se ha convertido en el escenario perfecto para que algunos políticos (y toda su ferviente fanaticada) se insulten, se saquen ‘trapos sucios’ y se echen la culpa. 

Mientras unos ‘aprovecharon’ la ocasión para hablar, una vez más, sobre todo lo malo que el otro hizo, sobre todo lo malo que este otro está haciendo y sobre todo lo malo que aquel otro va a terminar haciendo, personas de carne y hueso perdían la batalla y pasaban a convertirse en un número más de las estadísticas. Unos se adueñan de las tendencias en Twitter, otros se enfrentan a una nueva realidad.

Unos comentan, otros viven la tragedia. 

Yo no estoy esperando que salgan a agarrarse de las manos para que canten, pero mínimo esperaría que tuviesen algo de respeto. Y esto fue de lado y lado, porque ningún extremo se salvó de utilizar el

momento para hacer política. Tanto los que están en el poder como los que no alcanzaron a llegar a él mandaron sus respectivas condolencias, al tiempo que enviaron los mensajes que consideraron ‘pertinentes’ para quienes creen responsables de este dolor nacional. 

Aquí las víctimas son los policías y sus familiares. Aquí el culpable es un hombre que en un estado demencial acabó con las vidas de tanta gente. Aquí el problema es que la inseguridad no se ha ido, sea por la razón que sea. Aquí el tema es que tenemos que combatir el terrorismo y que tenemos que unirnos para decirles a todos los que le quieren hacer daño a nuestra nación, que no nos vamos a dejar y que la vamos a defender. Aquí el cuento es que nuestras fuerzas armadas necesitan respaldo y que necesitamos darle prioridad a sus necesidades, pues es gracias a ellas que hay tantas noches en las que podemos llegar a dormir tranquilos. Aquí se trata de luchar contra la violencia y contra los que quieren causar terror, y no de desgastarnos luchando entre nosotros mismos. 

Porque esto no es un problema de algunos, esto es algo que nos afecta a todos y es algo que debemos defender entre todos. Porque no vamos a dejar que los bandidos nos presionen con miedo. Porque no vamos a dejar que Colombia vuelva a temerle a quienes le hacen daño. 

@marcelagarciacp