Identificar los casos sospechosos y realizar diagnósticos oportunos es la manera óptima de limitar la propagación del virus SARS- CoV-2, causante de la COVID-19. Si una comunidad conoce quiénes están afectados, sintomáticos o no, tiene la posibilidad de aislarlos y brindarles atención médica eficiente, utilizar acertadamente los recursos médicos y salvar vidas.
La razón de hacer pruebas masivas a la población obedece a la necesidad de evaluar, entender y actuar, desde la salud pública y la epidemiología, en esta compleja y nociva realidad producto de la pandemia que afecta a toda la sociedad. A la problemática sanitaria se le ha sumado una avasalladora recesión económica y una grave crisis social, cuyas expresividades más impactantes son hambruna, desempleo, violencia social y familiar, colapso del sector salud, quiebras empresariales, entre otras. Ningún esfuerzo que se haga en materia de salud pública y bienestar social está de más.
Básicamente, hay dos tipos de pruebas. La PCR (Reacción en cadena de la polimerasa, por sus siglas en inglés), es diagnóstica y permite detectar la presencia del material genético de un agente patógeno en la muestra biológica de un paciente. También están las serológicas que detectan anticuerpos en el organismo, que son proteínas que genera el cuerpo como respuesta inmune contra el virus que lo está atacando.
La diferencia en el tiempo de detección de ambas es importante ya que la COVID-19 exterioriza su sintomatología entre los días 2 y 14, aunque lo usual es que se exprese en los primeros días. Con la RT-PCR se podría detectar la presencia del virus desde el segundo día del contagio, dependiendo de la carga viral a la que se expuso el enfermo; mientras la serológica generalmente es negativa en esa etapa temprana, ya que la respuesta inmune se empieza a generar en el cuerpo varios días después de haberla contraído, es decir, que la persona podría estar afectada sin saberlo y, por ello, ser foco de contagio.
Atendiendo la pertinencia de realizar pruebas, los gobiernos Distrital y Departamental apoyaron el proceso de habilitación, ante el Instituto Nacional de Salud (INS), de los laboratorios con capacidad de practicar las pruebas de RT- PCR. En el caso de la Universidad Simón Bolívar, su laboratorio de Genética y Biología Molecular procesa 4.000 pruebas al mes y aspira alcanzar las 10.000, a través de la campaña ‘Juntos hacemos más’, para reunir donaciones con el propósito de adquirir un equipamiento adicional que amplíe su capacidad diagnóstica y minimice el tiempo de respuesta.
Las pruebas han sido calificadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la “columna vertebral” del manejo de la pandemia, de manera que no se luche “con los ojos vendados”.
Aumentar la capacidad de diagnosticar es urgente; solo así nuestras autoridades y organismos de salud asumirán un manejo epidemiológico cada vez más pertinente y acorde a las circunstancias. Entre más pruebas, más salud y más vida.
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