La verdadera pandemia
Todos estos avances, más lo que he resaltado en muchas columnas, conferencias y opiniones, van al piso, causando el estancamiento y también retroceso. La virtualidad no puede verse como un remedio a una pandemia. La pandemia no fue el COVID, la verdadera pandemia medra ahora que se obligará a realizar juicios presenciales. Ahí no habrá vacuna, UCI, o remedio que controle la grave afección que sufrirá nuestro sistema procesal. Lástima una visión tan obtusa y alejada de la ciudadanía la que se acaba de tomar.
La virtualidad acercó el derecho penal a la gente. Permitió que muchos ciudadanos pudieran ver muchos procesos en vivo y en directo, materializando realmente el principio de publicidad. Pudimos observar, entender y socializar el sistema que quita la libertad a las personas. Sí, sirvió para hacerlo más humano, para divulgar y defender el sentido de las garantías y su alcance. Lo que antes era un privilegio de pocos y podía ser manipulado por falta de información.
La virtualidad permitió que el proceso penal, en la mayoría de las veces dirigido y necesitado por personas de recursos escasos o limitados, no vieran afectado su bolsillo. No tuvieron que pagar transporte para ir a preguntar por su proceso o para acudir de veredas y/o corregimientos a las sedes de juzgados como víctimas o testigos, teniendo que repetir esta labor varias veces porque la audiencia fracasaba o se suspendía por cualquier causa que solo sucede en presencialidad, como falta de sala, no comparecencia de una parte o intervención entre otras.
La virtualidad permite la inmediación, ya que una cosa es personalmente, lo cual se cumple en plataformas o de manera mixta, unos en sala y otros conectados, y otra presencialmente, que hace un sistema paquidérmico, retrógrado e ineficiente. La virtualidad, a diferencia del pensamiento de personas pequeñas y llenas de envidia, no ha enriquecido a pocos que "abusan" de este. Por el contrario, ha permitido democratizar el litigio penal. Abogados de provincias y regiones han ganado espacio porque ya podían apoderar a personas de su región que tenían procesos en otras zonas y que antes no podían hacerlo porque el cliente, por gastos, buscaba a alguien donde físicamente estaba el proceso.
Todos estos avances, más lo que he resaltado en muchas columnas, conferencias y opiniones, van al piso, causando el estancamiento y también retroceso. La virtualidad no puede verse como un remedio a una pandemia. La pandemia no fue el COVID, la verdadera pandemia vendrá ahora que se obligará a realizar juicios presenciales. Ahí no habrá vacuna, UCI, o remedio que controle la grave afección que sufrirá nuestro sistema procesal. Lástima una visión tan obtusa y alejada de la ciudadanía la que se acaba de tomar.
Ojalá en corto o mediano plazo podamos recapacitar y adoptar como regla general la virtualidad. Mientras tanto, no se preocupen por usar mascarillas, lo que acaba de ocurrir es como haber permitido salir a todo mundo a la calle en pleno auge del COVID-19: peligro, congestión, muerte o prescripciones, que es lo mismo, sobrecarga en las UCI o URIS, que es lo mismo y muchas personas desatendidas. Aquí no perdemos los defensores, pierde el país.
Más Columnas de Opinión
¡Afinia nos tiene locos¡
Uno de los problemas más grandes que está afectado a los habitantes de la región caribe es el alto costo de los servicios públicos domiciliarios especialmente el servicio de energía. Desde hace muchos años la costa caribe ha recibido un serv
La Salud entre líos
Aunque los profesionales de la salud, tengamos como principios fundamentales, el de proporcionar nuestros conocimientos, voluntad, deseos, y en general permanecemos con todas nuestras fuerzas, puestas al servicio de las comunidades y personas, de
¿Qué hacer con las tarifas de energía en la región Caribe?
Las altas tarifas de la energía en el Caribe son un problema social. La afirmación de que mes a mes cientos de miles de familias comen o pagan la luz no es lejana de la realidad. El recibo se puede llevar la cuarta parte de los ingresos de las f
La Bestia – El temor a amar
La última película del aclamado director Bertrand Bonello (Saint Lorent, Nocturama) incursiona en el género de ciencia ficción mientras explora las complejas relaciones de pareja a través de un romance que trasciende distintas épocas histór