#ExtinciónDeDominioEs
No creo que se pueda constitucionalmente interceptar comunicaciones para cualquier delito, tampoco creo que la extinción opere con tanta flexibilidad.
La extinción de dominio requiere una reforma más. Ya se avanzó en el camino de darle la potestad a un juez, en darle la palabra final sobre si se quita la propiedad de un bien a un ciudadano o no, previa petición de la Fiscalía y con muchas más garantías de las que existían.
Sin embargo, todavía seguimos en el absurdo de permitir que se pueda extinguir el dominio casi por cualquier delito que se comete, tanto así que vamos a llegar a lo inimaginable, el poder quitar el dominio (o extinguirlo) de un apartamento porque desde este se injurió o calumnió a alguien, o un vehículo porque se le pegó un puño a otra persona dentro del mismo.
Así como no creo que se pueda constitucionalmente interceptar comunicaciones para cualquier delito, tampoco creo que la extinción opere con tanta flexibilidad.
Dicho esto también creo que la pedagogía que mostró la Fiscalía, en cabeza de la señora vicefiscal general de la Nación, Martha Mancera, sobre la posibilidad de la extinción de dominio de vehículos que obstruyan la vía, debió hacerse como único anuncio sobre el tema, no como una amenaza, y hubiera sido más tranquila la presentación de esa teoría.
Aun así creo que la figura de privar del derecho de dominio a una persona por obstaculizar alguna vía en ejercicio de la protesta, no es fácil de demostrar con una base ilícita, como una relación entre una actividad o producción fáctica al margen de la ley, pues requeriría demasiada evidencia.
La responsabilidad penal es individual, poner el nexo de causalidad y aplicar posición de garantía para tipificar este delito por escasez de alimentos, oxígeno o similares es bien difícil, bastante difícil.
No obstante, si hay una protesta legítima, pero viene una ambulancia o un camión de oxígeno o medicina y se explica a los manifestantes que den el paso de ese transporte porque de él depende la vida o la salud de alguien y hacen caso omiso y como consecuencia se pierde una vida, la investigación tendría bastante sustento y el origen lícito de la protesta podría perder tal condición y tornarse ilícita.
Pero, un paso que deja al derecho penal la solución de sus problemas sociales, políticos, culturales económicos, entre otros, está destinado al fracaso. El derecho penal opera cuando el daño ya está hecho y aunque un fin de la ley sea prevenir no es labor de esta rama del derecho suplir al Estado en su deber de corregir los problemas de base que vienen de tiempo atrás, error en el que caen todos los políticos de gobierno u oposición.
Recuerden que siempre he estado en desacuerdo sobre cómo usan el derecho penal para solucionar los problemas que gobernantes, incluidos políticos de izquierda y derecha no han podido solucionar por las vías que son, como la educación, prevención, inversión social, alertas tempranas y respuestas oportunas entre otros muchos, por eso es bueno recordar los alcances de los penalistas y pensar más allá del derecho.
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