Que se sepa, el Lamborghini de la “influencer” Jenny Ambuila, es solo una pequeña muestra consistente en 350 mil dólares mal habidos por parte de su padre y robados al Estado. Ahora, la Contraloría General de la República está tras billones de pesos obtenidos por funcionarios corruptos a expensas del erario colombiano.
Se estima que la suma perseguida con sabuesos de todo tipo oscila entre $1,4 y $1,8 billones de pesos, ubicados ahora en paraísos fiscales. No es una bicoca de lo que estamos hablando. Son recursos que podrían ser invertidos en múltiples necesidades del pueblo. Por los montos es evidente que mucha de esa plata la roban quienes ejercen el poder en toda su dimensión. No se trata, pues, de asaltantes de caminos o atracadores de bancos, de esos que dan “taquillazos”.
En este momento el trabajo de la Contraloría –durante años en mano del poder político vallenato– no es fácil. Partiendo de la base histórica de que esa misma entidad tuvo durante más de una década su propia y escandalosa corrupción, patentizando el claro ejemplo de “cuando la sal se corrompe”.
En una nueva etapa la Contraloría lucha por recuperar desde hace varios años su buen nombre y persigue, con ayuda internacional, y a través de bancos del mundo, la plata saqueada mediante contratos irregulares y millonarias coimas, tal vez como las que recibía Ómar Ambuila, quien se desempeñó durante 27 años en distintos cargos en el puerto de Buenaventura. De allí su inexplicable riqueza, retratada en su nena, quien conducía un flamante Lamborghini rojo y un Porsche blanco por las calles de Miami Beach y al tiempo gastaba a diestra y siniestra en los almacenes ‘top’ de la moda del mundo.
De algo sirven las redes, además de apoyar de forma eficaz y rápida en la comunicación laboral y familiar, aunque su mayor uso sea para el ocio y la vanidad. Fue precisamente por la necia vanidad que las autoridades colombianas lograron atar los cabos que tiene hoy a la familia Ambuila procesados, padre y madre en prisión, y a la pretenciosa jovencita en la casa, pero por cárcel.
Los dineros que han sido robados al Estado se buscan mediante solicitudes de asistencia jurídica recíproca a Estados Unidos, Reino Unido, Holanda, España, Ecuador, Argentina y Venezuela. A este último país viajaron miles de millones de pesos provenientes de la corrupción y aprovechando los cambios políticos que allí se viven.
Los investigadores de la Contraloría General de la República evidencian que hacia esos países han migrado de manera clandestina recursos públicos captados por quienes estuvieron –o están– en importantes cargos públicos y que han sido responsables de grandes descalabros como la Dian, Reficar, Saludcoop, los Juegos Nacionales de Ibagué y Metrocali.
Mucha de esa plata no se podrá recuperar. No es una actitud pesimista, sino porque ya ha sido gastada o direccionada de tal forma que es imposible ubicar. Pero no perdamos la esperanza de que el país encuentre sus recursos robados y salgamos adelante de esta profunda crisis de valores, es sabido: la gente critica de noche en los cocteles a los bandidos, pero de día hace negocios con ellos.
mendietahumberto@gmail.com
Más Columnas de Opinión
¡Afinia nos tiene locos¡
Uno de los problemas más grandes que está afectado a los habitantes de la región caribe es el alto costo de los servicios públicos domiciliarios especialmente el servicio de energía. Desde hace muchos años la costa caribe ha recibido un serv
La Salud entre líos
Aunque los profesionales de la salud, tengamos como principios fundamentales, el de proporcionar nuestros conocimientos, voluntad, deseos, y en general permanecemos con todas nuestras fuerzas, puestas al servicio de las comunidades y personas, de
¿Qué hacer con las tarifas de energía en la región Caribe?
Las altas tarifas de la energía en el Caribe son un problema social. La afirmación de que mes a mes cientos de miles de familias comen o pagan la luz no es lejana de la realidad. El recibo se puede llevar la cuarta parte de los ingresos de las f
La Bestia – El temor a amar
La última película del aclamado director Bertrand Bonello (Saint Lorent, Nocturama) incursiona en el género de ciencia ficción mientras explora las complejas relaciones de pareja a través de un romance que trasciende distintas épocas histór