Parece que la mala experiencia del Cari, cuando la entonces gerente dio una pelea con el fin de mantenerse en el cargo, no ha sido suficiente para el gobernador Verano, a quien el director de Indeportes, Enrique Vengoechea, no le hace ni cinco de caso cuando le pide la jefatura de ese instituto, ahora en la mira de la Contraloría General de la Nación por múltiples hallazgos.

Ha sido vergonzoso el espectáculo de un gobernador a quien su subalterno no le obedece y se hace el de la oreja sorda cada vez que en público, en las emisiones matutinas de la radio local, Verano le manda a decir que debe irse.   

En Japón, el Vengoechea de allá, se hubiera ido hace rato con un digno paso al costado para poder defenderse y demostrar que los hallazgos encontrados por la Contraloría no son ciertos y en caso de que lo fuesen se haría un decoroso harakiri, el cual –en este caso– no podrá ser visto jamás en las escaleras del edificio art déco de la calle 52, sede del instituto del director en tela de juicio.

Y aunque el tira y encoge lleva varios días en la retina de la opinión pública, solo hasta el martes podrá asumir el director encargado, el secretario jurídico de la Gobernación, el joven y acucioso abogado Rachid Náder, porque en una maniobra de estiramiento en el cargo Vengoechea pidió vacaciones a partir de hoy.

El rollo con Vengoechea, quien en este momento ejerce su segundo mandato en Indeportes, se originó en una rigurosa investigación de la Contraloría y de esa indagación se conocieron convenios no realizados y sobrecostos reportados por el instituto con recursos destinados originalmente para el apoyo a deportistas y proyectos de colegios.

“Manga por hombro” y “cojo”, son calificativos coloquiales que se quedan cortos cuando del deporte atlanticense se trata. Hace falta capacitación para los entrenadores; hay demora en los pagos de salarios y honorarios y deficiencia en la infraestructura de los escenarios. Reconociendo, que en cuanto a estadios la administración Verano ha inaugurado varios en este periodo, en diferentes municipios del departamento.

Pero los hallazgos administrativos encontrados en los últimos días en Indeportes están ahí y fueron los que dieron lugar a una indagación preliminar. Uno de ellos se relaciona con convenios realizados con la Liga de Atletismo por $28 millones. El objeto era la capacitación a estudiantes de colegios de Soledad. Cuando los investigadores de la Contraloría metieron las narices recibieron información directa de los rectores de los colegios: “No señor, aquí no se han hecho esos convenios”.

La lista es larga. Está un caso relacionado con la Liga de Rugby con $10 millones 300 mil, dineros girados y convenio no ejecutado. Y la compra de tiquetes aéreos por el doble del valor real. Los argumentos de Vengoechea para no irse son ininteligibles. Por lo pronto, que mantenga el blower y siga dando raquetazos por las mañanas en el Country Club.

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