Junior, Juan Fer Quintero and The End
No recuerdo antes una negociación que se hubiera hecho tan pública, guiada a través de la desinformación masiva en las redes, como esta de ‘Juanfer’ Quintero.
Como en las películas, detrás de cada final cuando aparece el famoso The End, hay historias detrás de la historia que acabamos de ver. Justamente, la noche anterior, he leído un artículo sobre esas historias íntimas de Forrest Gump, una de las películas icónicas del cine.
La escena del banco de madera, donde está sentado Forrest con una maletica marrón con negro y una caja de bombones, no estaba incluida en el guión y hubo que hacerla para empatar una situación con otra en la historia que se cuenta.
Y el director Robert Zemeckis y el actor Tom Hanks la tuvieron que grabar asumiendo ellos los costos de la misma. Es, de todas las maravillosas escenas, la que más recuerda el público por la famosa frase de “la vida es como una caja de bombones, nunca sabes lo que te va a tocar”.
Detrás de la escena donde Fuad Char entrega la histórica camiseta 10 del Junior a Juan Fernando Quintero, después de haber contestado preguntas del periodismo y antes de la presentación de ‘Juanfer’ al público, que llenó hasta las banderas el estadio Metropolitano, hay historias de historias, esfuerzos económicos, reuniones de junta, conceptos a favor y en contra, llamadas, presión del lado de los agentes de Quintero, publicaciones en las redes, de todo. No recuerdo antes una negociación que se hubiera hecho tan pública, guiada a través de la desinformación masiva en las redes, como esta de ‘Juanfer’ Quintero.
A pesar de las piedras en el camino, de la dificultad para negociar, el final fue feliz para todos.
Para el Junior por tener al jugador, para el hincha por verlo con la ‘10’ rojiblanca y para el jugador que puso sus intereses familiares por encima de cualquier otra consideración. Con él estuvo su madre Lina, su hermano menor Mateo y su pequeña hija María José.
Allí vimos a su niña, agarrada de su mano, sintiendo la confianza y la protección de su padre que le prometió no alejarse de ella y quedarse en Colombia.
Una niña sorprendida por el estadio lleno delirando en la bienvenida, mirando hacia las tribunas y apretando más la mano de su padre mientras veía y sentía esa revelación de lo que despierta su papá en los aficionados al fútbol.
Me he quedado con dos escenas, ver a un Fuad Char emocionado en grado sumo ante los periodistas presentando a ‘Juanfer’ Quintero y ver a Quintero caminar con su familia recibiendo el cariño del Juniorismo y los ojitos brillantes, llenos de emoción de su niña María José como grabando cada instante de felicidad. Que no todo es fútbol. Que también es el corazón…
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