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Plan Decenal de Salud Pública

“¿Qué buscamos los trabajadores de la salud pública? Obviamente, una población sana. ¿Es eso posible en Colombia, en la Colombia actual o en la Colombia futura? La respuesta a esta pregunta fundamental no puede ser ni sí ni no. La única respuesta a esta pregunta, de un salubrista que se respete es la siguiente: tiene que ser posible. Nuestra misión y nuestra tarea es hacer que esto sea posible.”

La Organización Mundial de la Salud define la Salud Pública como la respuesta organizada de una sociedad dirigida a promover, mantener y proteger la salud de la comunidad, y prevenir enfermedades, lesiones e incapacidad. Su propósito fundamental es alcanzar los más altos niveles de bienestar físico, mental y social con los conocimientos y recursos disponibles. 

La salud pública como ciencia tiene un poco más de un siglo de existencia, pero las evidencias de esfuerzos para la conservación de la salud en los pueblos se han documentado desde la antigüedad. Los acueductos romanos, las olimpiadas griegas y las viviendas aztecas en islas de lagos, son ejemplos de acciones realizadas con el claro propósito de mantener sanas a las poblaciones. Algunos ejemplos más recientes de intervenciones con el mismo propósito anterior incluyen las normativas cada vez más exigentes en la seguridad de los automóviles, los programas de vacunación y las políticas públicas para generar el consumo de alimentos más seguros y saludables, entre otros.

En Colombia, con el objetivo supremo de fortalecer el Sistema General de Seguridad Social en Salud, se sancionó en el 2011 la ley 1438. En ella se adquirió la obligatoriedad de elaborar el primer Plan Decenal de Salud Pública del país, entendiendo este como un pacto social y un mandato ciudadano que definiera la articulación entre actores y sectores públicos, privados y comunitarios para crear las condiciones que garantizaran el bienestar integral y la calidad de vida de los colombianos durante el decenio.

Las evaluaciones que se han realizado al plan 2012 – 2021, como parte esencial de la elaboración del nuevo documento decenal que se implementará a partir del 2022, han mostrado grandes diferencias en el ejercicio de rectoría, planeación y gestión de la salud a nivel territorial. Las limitadas capacidades técnicas, administrativas, financieras, o en algunos casos más lamentables, el mal uso que se ha hecho de ellas, han generado en algunas regiones barreras para dirigir y modular de forma adecuada el sistema de salud.

En nuestra costa Caribe, lo anterior se ha visto materializado en los pobres desempeños de algunas entidades administrativas regionales y que entre otros se hacen evidentes en las tasas de desnutrición infantil, de embarazo en adolescentes y de mortalidad materna con valores por encima de los promedios nacionales.

Es esperanzador conocer que, buscando capitalizar las lecciones aprendidas del plan anterior, ahora existe la intención de que el nuevo incluya evaluaciones externas objetivas y periódicas de resultados en salud, pues la experiencia de estos diez años nos han mostrado que los comités de aplausos en que se han convertido la rendición de cuentas de los funcionarios públicos del sector, poco ayudan a que la salud pública alcance su objetivo.

Como muestra de esa preocupación atemporal que todos debemos tener por hacer de la salud pública una herramienta útil para mejorar nuestro bienestar, terminó con la transcripción textual de una intervención hecha por el doctor Héctor Abad Gómez, ahora ampliamente conocido por el libro y la película “El olvido que seremos”, que se ha convertido en un mandato histórico para mis colegas salubristas desde hace aproximadamente medio siglo.

“¿Qué buscamos los trabajadores de la salud pública? Obviamente, una población sana. ¿Es eso posible en Colombia, en la Colombia actual o en la Colombia futura? La respuesta a esta pregunta fundamental no puede ser ni sí ni no. La única respuesta a esta pregunta, de un salubrista que se respete es la siguiente: tiene que ser posible. Nuestra misión y nuestra tarea es hacer que esto sea posible.”

hmbaquero@gmail.com
@hmbaquero

 

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