Riohacha
Riohacha continúa siendo un rinconcito del Caribe colombiano, con sus incendiados crepúsculos, llenos de embrujadas guaridas, con sabor a piratería, bacanales nocturnas, con cañonazos de fuego cruzado y algarabía guerrera de los desnudos hijos del mar.
Riohacha, la capital del departamento de La Guajira, hoy Distrito Turístico y Cultural, gracias al representante Alfredo Deluque Zuleta llegó el 14 de septiembre a sus 476 años de fundada, de acuerdo a los historiadores tanto españoles como colombianos y guajiros. Es decir, fue fundada el 14 de septiembre de 1545, es bueno aclarar que estas fundaciones se hacían por mandato directo de la corona española para los tributos a los reyes de España, en razón que los españoles en su época de la conquista encontraron todos estos parajes ya poblados.
Valledupar, la capital del departamento del Cesar, fue fundada el 6 de enero de 1550. Cinco años de diferencia entre una ciudad y otra, donde surge la pregunta ¿por qué Valledupar ha tenido un desarrollo tan creciente y vertiginoso y Riohacha un progreso e incremento decreciente? Una pregunta para los sociólogos, para los politólogos, para los especialistas en desarrollo urbano y para los dirigentes que han manejado los destinos de la ciudad capital.
Muchos de sus hijos han escrito de Riohacha como la villa encantada que ya dejó de ser una aldea para convertirse en una ciudad de empuje y de desarrollo; aunque con tantos entuertos en su planificación, en sus graves servicios públicos, en gran parte en la falta de sindéresis de sus dirigentes que han dado pasos como el cangrejo (uno hacia adelante y otro hacia atrás). Riohacha continúa siendo un rinconcito del Caribe.
Encabezan estas gestas literarias uno de los que conoció más su historia, Benjamín Ezpeleta Ariza con uno de sus tantos libros ‘La verdadera historia de Riohacha’, “Benja” fue grande en todo su recorrido; el siempre recordado Osvaldo Robles Cataño con su libro ‘El Riohacha que se fue’, el antropólogo y exgobernador de La Guajira Widler Guerra Cúrvelo - con un ensayo sobre el Natalicio de Riohacha, un intelectual de renombre, Vicenta Siosi Pino, con su libro sobre las costumbres y uso de los Wayuú tan ligados a la historia de la capital guajira; ‘El Quincenario Ecos de La Guajira’ del ingeniero naval Alfredo Orcasitas Cúrvelo, que dejo tantos recuerdos de la historia de Riohacha desde los tiempos coloniales, así como la pluma del historiador y jurista Orlando Vidal Joiro.
Es bueno recordar también el amor que le profesaba el historiador y poeta de Barrancas, Guillermo Solano Figueroa, que dejó para la eternidad aquel ensayo ‘Riohacha inmarcesible’ cuando escribía con su maravillosa prosa: “El fulgor de una tarde opalina matizaba las arenas de la playa con el ir y venir de las olas que sin cesar lamían la tierra en un perenne ósculo que a veces parece saludo y en otras despedidas. A lo lejos se ve una bandada de pelícanos que vuela en forma de V labiodental; es presagio de triunfo y por eso creo que Riohacha pronto despertará del marasmo a que la ha llevado el abandono oficial, que pronto pasará. Es la brisa que viene del mar, como dice la canción. Y la gente sale a recibirla como si fuera un visitante intangible, heraldo de placeres y alegrías”.
Riohacha continúa siendo un rinconcito del Caribe colombiano, con sus incendiados crepúsculos, llenos de embrujadas guaridas, con sabor a piratería, bacanales nocturnas, con cañonazos de fuego cruzado y algarabía guerrera de los desnudos hijos del mar. Riohacha también continúa siendo el bullicio del mercado, donde una india tararea un canto triste, como un sermón o elegía a la sociedad que lo margina. En fin, Riohacha es la ciudad capital que engalana a La Guajira con tantas cosas buenas que sumadas ocultan las malas de una ciudad que está en vía de desarrollo.
Más Columnas de Opinión
Junior y la sanción a Jorge Duarte
En los más de cuarenta años que he estado en la industria de los medios de comunicación, el fútbol siempre ha sido la misma historia. Los temas del Junior de Barranquilla, por partidos accidentados y fallos arbitrales, siempre se maximizan y s
La pobreza energética, un mamotreto de tareas
De Mamotreto, del latín mammothreptus, cuyo significado literal es criado por su abuela, deriva “abultado o gordito”, por la creencia de que las abuelas crían niños gordos. Hoy tiene tres usos: armatoste (objeto grande), libro o l
A cuidar las marchas
Las marchas y manifestaciones han desempeñado un papel crucial en la dinámica de los cambios sociales a lo largo de la historia. Estos eventos han sido catalizadores potentes para transformaciones sociales y políticas, y van más allá de la le
¡Lee la naturaleza!
Para quienes compartimos que Dios es el creador del universo y de la vida o para quienes no lo aceptan, lo único claro es que, de todos los seres vivos existentes en la naturaleza, el único que tiene la capacidad de comunicarse con sus semejante