No pude encontrar mejor meme para saludar a los participantes e invitados a la Primera Feria Internacional del Libro de Barranquilla, y para dar la bienvenida a la palabra impresa en sus infinitas posibilidades, en especial si recoge el lenguajeo local y regional, que es tan rico y evoluciona a ritmos y velocidades que nacen de la dinámica de nuestro ser caribe en interacción con la sociedad a la cual pertenece. La imagen que acompaña la frase es la de un oriental, de quienes conocemos que tienen dificultad con la erre, lo cual resuelven cambiándola por una ele, para crear la ambigüedad que dispara los mecanismos de la risa como recompensa a la genialidad del autor.

El chiste continúa si uno se pone en la curiosidad de saber qué significa “gono”. Díganme si no es para reírse: “Elemento sufijal de origen griego que entra en la formación de nombres y adjetivos con el significado de ángulo, como en polígono”. Y el chinito lo que quería decir es que “quien no lee, es una gonolea”. Que tampoco es una palabra soez, al menos en nuestra cultura citadina, porque deja de significar la enfermedad –con erre– y todo su cortejo infeccioso, para referirse a una persona que es ‘barro’, que no es ‘parce’, que  no es ‘bacán’ o ‘bacana’, precisamente porque no lee.

El chiste alrededor del meme y su significado en relación con esta primera feria del libro, de carácter internacional, en esta ciudad, y con personajes de lujo en el mundo de la literatura, me hace sentir mal, a la larga, porque voy a envidiar a todos los que podrán asistir a las charlas y presentaciones que aparecen en los programas, pues, los horarios laborales son incompatibles con los de la feria. Acudiré a la ‘bacanidad’ de mis pacientes para ver si puedo cambiar algunas citas y asistir a los eventos que pueda, hay bastante para escoger.

Esta feria del libro es una brisa fresca que invita a leer y manosear una gran cantidad de textos que producen personas cercanas a nosotros en lo local y en lo internacional, ‘manes’ o ‘jevas’ que son amigos o vecinos, y que uno sabe que están en la película literaria, buscando palabras y frases en el insomnio, tirando carreta con los amigos para encontrar en ellos el tono para un cuento, un poema o una novela. Para luego tener la oportunidad de presentarnos su trabajo en eventos tan importantes como esta feria, que nos permitirá reconocer a nuestros vecinos que escriben, aquellos que uno siempre los veía mirando lejos y pensando en la inmortalidad del cangrejo.

Ya les advertí a los ‘bacanes’ y ‘bacanas’ que van a asistir, que me mantengan al tanto de toda la jugada y me manden fotos de ellos con los autores y con los libros que crean que debo leer. Sobre todo ahora que yo, Tiranosaurus Rex, me estoy volviendo un duro en tecnología y ya sé abrir y enviar chats y memes, y hacer videollamadas. Huy, cómo.

Bienvenida, señora Palabra Impresa, siéntase en su casa.

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