Este documental nos recuerda que la naturaleza vive.

En situaciones como la presente, cuando la ecología y el medio ambiente peligran dentro de un mundo cada vez más automatizado y contaminado, con políticos que poco piensan en la necesidad de preservar los recursos en beneficio de las generaciones futuras, es necesario llamar la atención al respecto con documentales cono Homo Botanicus.

Dirigida por Guillermo Quintero, la película representa una contribución especial hacia esta labor, haciendo homenaje no solo a la naturaleza, sino a quienes se ocupan con pasión por ella, como el biólogo-botánico Julio Betancur, director del Herbario Nacional fundado por la Universidad Nacional.

El registro incluye también a uno de sus más abnegados discípulos, Cristian Castro, mientras los dos se introducen en las regiones más ricas de la flora colombiana.

Betancur lleva tres décadas estudiando plantas, de las cuales ha recolectado 19.325 ejemplares, y en el documental la cámara lo sigue en este delicado proceso, exponiendo una escenografía de deslumbrantes paisajes, pero también acercando el lente para resaltar el detalle.

Betancur y Castro van acompañados por la voz del director, quien se encarga de la narración de los hechos, compenetrándose de tal manera con sus personajes, que hace que la audiencia se inmiscuya también.

La cámara se desplaza de manera paralela al recorrido de los protagonistas, sin mayores efectos especiales. Es suficiente lo que ofrece el panorama, con su auténtica belleza, testimonio legítimo que habla por sí solo. Y esto se debe a que el director en algún momento, unos quince años atrás, fue también discípulo de este maestro, y fue preciso la nostalgia por esa experiencia pasada lo que originó la idea de la película.

El documental se filmó en distintas regiones que incluyen Los Andes, la Amazonia y algunos páramos, y muestra que la naturaleza es un ser viviente afectado por su entorno, con algunos componentes en peligro de extinción, creando una alerta hacia lo podemos estar perdiendo si no tomamos medidas para protegerlo.

Además de seguir a los protagonistas en los escenarios geográficos, Quintero muestra también el aspecto académico en los laboratorios de la universidad, donde las plantas son estudiadas y catalogadas, adquiriendo sofisticados y gloriosos nombres, creando un ambiente tan científico como poético.

Homo Botanicus es el primer largometraje de Quintero; se presentó en el Festival de Cine de Cartagena, y fue seleccionado por el Tribeca Film Institute como uno de los proyectos para recibir apoyo de este prestigioso festival. Participó además en el Torino Film Festival donde ganó Mejor Documental Internacional. A nivel latinoamericano, hace parte de los eventos en conmemoración de los 250 años del nacimiento de Alexander Von Humboldt.