P.: ¿Por qué se le dice corbata a un empleo en el que no se hace nada? ¿Cuál es el origen de la palabra corbata? S. D. F., B/quilla.
R.: Una corbata es un cargo con funciones inexistentes o ideadas sobre la marcha, que ejerce un individuo, casi siempre en entidades del Estado y con un sueldo aceptable o a veces más que aceptable. Es voz regional, sinónimo de sinecura (del latín sine cura, sin cuidado, sin preocupación), esta última registrada en el diccionario académico como “empleo o cargo retribuido que ocasiona poco o ningún trabajo”. Se le llama corbata por asociación, ya que tanto el cargo como la prenda de vestir son prescindibles. El nombre rememora a Croacia, cuyos soldados portaban un pañuelo en el cuello como parte de su atuendo militar. El editor español Virgilio Ortega dice que la palabra quizá venga del italiano antiguo corvatta o crovatta, referido a los croatas. Y agrega: “Un regimiento de mercenarios croatas de caballería ligera que difundió ese pañuelo en la corte del rey Sol recibió en 1666 el nombre de Royal-Cravattes, y los refinados dandis ingleses le darían su forma final en el siglo XIX”.
P.: ¿Para qué sirve la expresión “por amor al arte”? Sam, s. i.
R.: La frase se emplea para indicar que algo se realiza con total desinterés, pues de antemano se ha sabido que no se obtendrá recompensa económica. Se menciona el arte porque es una actividad que depara una riqueza no tangible, que trasciende todo lo material, que es permanente y no se agota y se constituye en algo que resulta más que suficiente; es decir, quienes trabajan en el arte lo hacen por amor a él y a lo que procura y no tanto para recibir un pago, aunque este a veces llega, así sea exiguo. Recordemos la frase del escritor estadounidense Henry Miller (1891-1980), quien anhelaba y merecía el premio Nobel, que siempre le fue esquivo, en gran medida por las polémicas que dentro y fuera de su país puritano suscitó su literatura voluptuosa y cruda: “No tengo dinero ni recursos ni esperanzas. Soy el hombre más feliz del mundo”.
P.: En la campaña presidencial del 2012, Hugo Chávez llamaba ‘majunche’ a su opositor. ¿Es correcta esa palabra? Alberto Acosta, B/quilla.
R.: Dio mucho de qué hablar esa constante referencia de Chávez a Henrique Capriles, su adversario en el 2012. ‘Majunche’ es un venezolanismo, que parece sinónimo del costeñismo ‘corroncho’, pues en el habla popular del país vecino, cuando alude a una cosa, significa “de calidad inferior, deslucida, ordinaria”; por ejemplo: “Ese restaurante ofrece comida majunche”. Cuando se refiere a una persona cobra un carácter despectivo, pues significa “insignificante, mediocre; inculto y de modales rústicos; carente de atractivos o cualidades”; por ejemplo: “De mi opositor solo conozco que es un majunche”. Como ocurre con frecuencia en la política, Chávez acometía a sus adversarios acudiendo a una palabra que, aunque correcta, por su significado resulta ofensiva.
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