P.: ¿Qué aportaron los castrati a la ópera? ¿Se justificaba su castración en aras del canto? LMT, B/quilla
R.: Como a las mujeres no se les permitía cantar en las iglesias ni mucho menos en los teatros, en la Italia del siglo XVI existían los castrati, hombres castrados a los once o doce años para que cuando fueran adultos sus voces conservaran la belleza de sus timbres y lograran ecos agudos y gorjeos femeninos y para que, apoyadas por pulmones masculinos, fueran potentes, penetrantes y expresivas. Había castrati porque algunos padres, a cambio de dinero, autorizaban que sus hijos dotados para el canto fuesen castrados. Y también los había porque a partir de esa centuria, la de la Contrarreforma, la música eclesiástica demandaba voces como las de los castrati, actores durante tres siglos en los coros de los templos católicos. También lo hicieron en las óperas barrocas italianas de los siglos XVII y XVIII, y luego se adaptaron al bel canto, el estilo que siguió. La práctica egoísta y repugnante de la castración de niños comenzó a decaer en 1770 cuando el papa Clemente XIV autorizó a las mujeres a cantar en las iglesias. Luego ellas entraron en la escena operística a imponer su colorido tímbrico.
P.: Un amigo español no entendía qué significa la palabra chepa. Se lo expliqué, pero no pude explicarle el origen. Pipo Gil, Bogotá
R.: Chepa, con el sentido de golpe de suerte, viene de chiripa, y tiene otros sinónimos, como arepa, casualidad, azar, chimba. Su primera acepción en el diccionario es joroba, giba o corcova; la segunda, de uso coloquial en Colombia y en áreas antillanas, es buena suerte o suceso feliz: “Metió el gol de rebote, de pura chepa”; “pasé el examen, ¡de chepa porque no había estudiado!”. Existe en español una figura de dicción llamada síncopa, que consiste en la supresión de letras o sílabas dentro de las palabras, porque en toda lengua viva estas se van modificando para adaptarse a nuevos usos y necesidades de los hablantes; por ejemplo: masticar-mascar, Natividad-Navidad (en ambas, se perdió ‘ti’); hijodalgo-hidalgo (se perdió ‘jo’), advenimiento-adviento (se perdió ‘enim’). Asimismo, por síncopa, chiripa perdió ‘ri’ y quedó ‘chipa’, voz que evolucionó a chepa.
P.: ¿Cómo se dice: caribañola o carimañola? H. Báez, B/quilla
R.: En Crónica de una muerte anunciada, García Márquez escribe: “Ella solía invitarlo a desayunar en nuestra casa cuando había caribañolas de yuca y mi madre las estaba haciendo esa mañana”. En el Gran libro de la cocina colombiana, anotada como vianda barranquillera, también aparece escrito caribañola. El Lexicón de colombianismos, en el que no figura caribañola, sino caramañola y carimañola, dice que el nombre quizá “proceda de alguna semejanza de la forma de la empanada con la caramañola, cantimplora que usan los soldados para beber”. En Barranquilla, el término más usado para aludir a esa porción de masa de yuca, frita y rellena de carne o queso, es caribañola.
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