El Heraldo
Opinión

Lo que se pregunta por ahí | Cantar, pendejos, abecedario

P.: Si está en la Biblia, ¿por qué se dice que el Cantar de los cantares es un libro erótico? Mane Viñas, B/quilla

R.: La presencia en el texto bíblico de un poema que es un canto erótico demuestra que la plenitud sexual del amor es sagrada. En el libro, una mujer y un hombre que se desean se alaban sin cesar (“La curva de tus muslos. Tus pechos son los racimos. Todo él es deseable. Esbelto como un cedro”), y, acudiendo a la fórmula infalible del erotismo, esto es, la ternura y la pasión (o la inocencia y la locura), repiten frases decididamente ardientes como estas, que dice él: “Me hundiré en tu monte. Bajo tu lengua hay leche y miel. Tus pechos me sabrán a vino”; o como estas, que dice o piensa ella: “Corramos a tu alcoba y gocémonos con alegría. Él hincó en mí la bandera de su amor. Estoy enferma de amor” (en este caso, además, ella se vale de un eufemismo para aludir a la acción más íntima del amor y al embeleso que sobreviene). Como lo erótico no era sagrado para el cristianismo, cuando este acogió la Biblia hebrea debió de haber asumido que, por estar ahí, el poema era parte integral del libro sagrado, pero como a los jerarcas, sin duda, eso les resultaba incómodo debían buscar una interpretación alegórica para que lo erótico en el canto se volviera espiritual, y esa alegoría ha sido el amor de Cristo y la Iglesia.

P.: Acompañé a una amiga argentina a depilarse. Con naturalidad, habló de “los pendejos”, y me chocó. ¿Es castiza esa palabra? Tess, B/quilla

R.: Lo es, aunque muchas veces resulta malsonante. María Moliner dice que viene del latín pectinicŭlus, forma de pecten, que significa “vello púbico”. No obstante, el empleo de ‘pendejos’ con este sentido ha ido languideciendo, al punto de que en la práctica casi nunca se usa y de que en su 23.ª edición, la última, de 2014, el DLE lo registra como sexta acepción cuando antes era la primera, aunque sigue siendo la primera en otros diccionarios de similar envergadura. En distintos libros de colombianismos, pendejo solo aparece como voz ofensiva, con el alcance de “tonto, cobarde, estúpido, pusilánime”.

P.: ¿Abecedario y alfabeto son lo mismo? Jair R. Quintero, B/quilla

R.: Lo son. Los romanos, que por su pragmatismo acogían culturas y creencias de los pueblos conquistados, sobre todo cuando les reconocían una inteligencia superior, como les ocurrió con los griegos, al oír que estos a la secuencia ordenada de signos de su sistema de escritura la llamaban alphábētos, por alfa y beta, los nombres de las dos primeras letras que aparecían en ella, denominaron a la suya abecedarium, que corresponde al nombre de las cuatro primeras letras del sistema de escritura latino, al que se le añadió el sufijo -arius, que traduce ‘conjunto de cosas’, en este caso ‘conjunto de letras’. La palabra original debió de haber sido abecedearium, pero dentro de la evolución fonética acabó en abecedarium, tal como la recibió el español.

edavila437@gmail.com

Facebook
Twitter
Messenger
Whatsapp

Más Columnas de Opinión

El Heraldo
Mauricio Cárdenas

A la brava

Gran indignación me causó que el presidente Petro, al referirse al café en la instalación de la mal llamada Asamblea Nacional Cafetera, dijera que “no se produce, se extrae”. Y me sorprendió no solo porque el café se trabaja –y duro–

Leer
El Heraldo
Jorge E. Robledo

Petradas

1.- Entre lo mucho que se ha dicho sobre la reforma a la salud, reforma que se hundió porque Petro perdió el respaldo de Santos, Samper y César Gaviria y de los partidos Liberal, Conservador y de la U –claves para que ganara la Presidencia–

Leer
Ver más Columnas de Opinión
X
COMO REPORTAR A WASAPEA
1. Agrega a tu celular el número de Wasapea a EL HERALDO: +57 310 438 3838
2. Envía tus reportes, denuncias y opiniones a través de textos, fotografías y videos. Recuerda grabar y fotografiar los hechos horizontalmente.
3. EL HERALDO se encargará de hacer seguimiento a la información para luego publicarla en nuestros sitio web.
4. Recuerda que puedes enviarnos un video selfie relatándonos la situación.