A Luis Andrés Colmenares lo citaron en la fría madrugada del 31 de octubre de 2010 al parque El Virrey, en Bogotá.
Acababa de salir de una discoteca con algunos amigos, entre ellos Jessie Quintero y Laura Moreno. Con esta última tenía un ‘vacilón’.
Un grupo numeroso lo estaba esperando. Había trago de por medio, y una confusa razón criminal.
Según las versiones que trascendieron en medio del juicio, los escoltas de Laura se juntaron con el ex novio de la muchacha para darle un escarmiento.
Entre todos lo agarraron a golpes. Uno de ellos, inclusive, habría hecho estallar una botella en su cabeza. Evidentemente se les fue la mano.
Cuando Oneida Escobar llegó al lugar, le dijeron que su hijo se había lanzado al caño con la intención de suicidarse. Pero los bomberos nunca encontraron el cadáver.
El cuerpo solo apareció a las 7 de la noche de ese día, cuando todos se alejaron del sitio. Evidentemente lo pusieron allí.
De ahí en adelante sucedió la más tenebrosa y refinada manipulación, posiblemente bajo la seducción del dinero o el poder.
Agentes del CTI y funcionarios de Medicina Legal, por ejemplo, dijeron que el cuerpo tenía una herida en la cabeza, cuando en realidad fueron ocho.
Encargados de la morgue desaparecieron la ropa que llevaba puesta ese día para borrar la prueba y en la funeraria hicieron un perfecto trabajo de tanatoestética para ocultarle heridas y golpes.
Como si fuera poco, en el trayecto que hay entre la discoteca y el caño desaparecieron sin explicación alguna 17 cámaras de seguridad.
Y ya en la justicia encajonaron el caso por seis meses porque la Fiscalía 298 aceptó la tesis de que había sido un accidente. Una abogada apareció en interceptaciones telefónicas pidiendo que cambiaran al fiscal que sí había asumido la investigación. Y hubo testigos falsos, y tutelas que resolvieron magistrados amigos del papá de una de las acusadas.
El asunto es que el 6 de junio de 2014, el juez 27 de conocimiento absolvió al ex novio de Laura porque no fue posible probar que mató a Colmenares. En revisión del caso, el Tribunal Superior de Bogotá ratificó la “duda razonable” pero concluyó que no hubo ni suicidio ni accidente: “Colmenares estaba en estado de embriaguez y, sin poder defenderse, fue agredido de forma violenta y brutal por terceros. No se trató de una pelea, pues no estaba en capacidad de enfrentarse a nadie (...). Hay fundamentos para inferir que después de las graves lesiones que se le propinaron y cuando aún estaba con vida fue trasladado hasta el túnel del parque El Virrey”. Allí agonizó y murió.
Ayer la jueza 11 de conocimiento decidió que Laura Moreno y Jessie Quintero tampoco son culpables de homicidio en coautoría impropia ni encubrimiento.
La única sanción que registrarán los anales de este asesinato sin asesinos será, entonces, la multa que el juez 11 penal le impuso al padre de Luis Andrés por decir que a su hijo lo mataron. ¡Increíble!
albertomartinezmonterrosa@gmail.com - @AlbertoMtinezM
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