Muchos jóvenes colombianos asumen como legítima su aspiración de acceder a las universidades mejor calificadas del país, aquellas que ofrecen los mejores recursos, los profesores más calificados, los programas académicos más completos y el prestigio que les garantizará una mejor oportunidad en el mundo laboral.
Parece razonable que las miradas de quienes desean una formación profesional de calidad se dirijan hacia la oferta privada de educación superior y, entre ella, al puñado de siempre, las cinco o seis universidades que se ufanan de ser la únicas que pueden cargar sobre sus hombros la responsabilidad de formar a los líderes de este país tan urgido de mentes educadas.
Pero, hay un problema: esta aspiración cuesta muchos billetes, tantos que la gran mayoría de los jóvenes soñadores debe conformarse con otra cosa. Si no tienes el dinero, es mejor que te olvides de la lujosa pretensión de estudiar ‘como Dios manda’.
Hace poco se renovó la discusión sobre las tarifas que deben asumir los padres de un joven que desee estudiar en la todopoderosa Universidad de los Andes: un poco más de $16 millones semestrales para todas las carreras, y alrededor de $23 millones para el programa de medicina. Todo un despropósito, tratándose de un país pobre como este.
El modelo empresarial de educación que impera sin ningún control social en Colombia, es inequitativo y perverso; condena a la mayoría a quedarse con lo peor que ofrece el mercado –qué palabra odiosa cuando se habla de formación académica–, está diseñado para perpetuar los privilegios de las élites de siempre, que a duras penas se ven perturbadas por la porfía de algunos sectores de la clase media que prefieren no comer con tal de que sus hijos pongan las nalgas en una de esas sillas, o que acuden a préstamos del Icetex, que es la mejor manera de estar secuestrado durante décadas por el sistema financiero.
Entre los ricachones que no tienen problema en pagar lo que sea por lo que sea, y los beneficiarios del reciente programa ‘Ser pilo paga’, se encuentra un enorme grupo de muchachos que no podrá jamás pisar un salón de Los Andes, la Javeriana, El Rosario, El Externado, porque no son lo suficientemente ricos como para gastar los billetes necesarios, ni lo suficientemente pobres como para que el Estado los gaste por ellos.
Como si no fuera suficiente en sí misma la dinámica que ha terminado por pervertir el sector más fundamental de la sociedad, persiste la pregunta de siempre: ¿Si las mejores universidades de Colombia, las más prestigiosas, las de tarifas más obscenas, son las que forman a los líderes políticos y económicos del país, por qué ellos, sus egresados, lo han dejado en una condición tan lamentable?
Coda: Suelo estar en permanente comunicación con un señor que se graduó de una de las mejores universidades de Bogotá. Su familia gastó una fortuna en sus dos carreras, su maestría y otro posgrado. El señor en cuestión es incapaz de redactar un carta de dos párrafos. Esa plata se perdió.
@desdeelfrio
Más Columnas de Opinión
¡Afinia nos tiene locos¡
Uno de los problemas más grandes que está afectado a los habitantes de la región caribe es el alto costo de los servicios públicos domiciliarios especialmente el servicio de energía. Desde hace muchos años la costa caribe ha recibido un serv
La Salud entre líos
Aunque los profesionales de la salud, tengamos como principios fundamentales, el de proporcionar nuestros conocimientos, voluntad, deseos, y en general permanecemos con todas nuestras fuerzas, puestas al servicio de las comunidades y personas, de
¿Qué hacer con las tarifas de energía en la región Caribe?
Las altas tarifas de la energía en el Caribe son un problema social. La afirmación de que mes a mes cientos de miles de familias comen o pagan la luz no es lejana de la realidad. El recibo se puede llevar la cuarta parte de los ingresos de las f
La Bestia – El temor a amar
La última película del aclamado director Bertrand Bonello (Saint Lorent, Nocturama) incursiona en el género de ciencia ficción mientras explora las complejas relaciones de pareja a través de un romance que trasciende distintas épocas histór