Se realizó el día de ayer el IX Foro del Caribe, con una gran presencia y participación de la dirigencia de la región. Tuvo el propósito de revisar, actualizar y plantear una agenda renovada de cara hacia el futuro próximo a los dos aspirantes a la Presidencia de la República, Iván Duque y Gustavo Petro. Se demandó de ellos un compromiso serio, como no lo ha habido en el pasado, para que la Región Caribe supere su rezago, mejore sus indicadores económicos y sociales, y, por fin, pueda desarrollar su enorme potencial, que se deriva de los recursos con los que cuenta y su ubicación en la esquina oceánica de Suramérica.
Uno de los paneles que se desarrollaron y en el cual participé fue el atinente a la desigualdad y la pobreza. Al respecto, tenemos que decir que si bien a nivel país se redujo la pobreza multidimensional 13.4 puntos porcentuales entre 2010 y 2017, no ocurre lo mismo con la desigualdad. Es decir, hemos progresado en la reducción de la pobreza, no así en equidad. Es imperativo, entonces, nivelar la cancha.
Aunque la Constitución Política dice que “todas las personas nacen libres e iguales ante la Ley, recibirán la misma protección y trato de las autoridades y gozarán de los mismos derechos, libertades y oportunidades”, en la práctica ello no se cumple, entre otras cosas porque el derecho a la igualdad entre desiguales es el derecho de la desigualdad. Mientras no se corrija la desigualdad de trayectorias será imposible que todos en Colombia tengamos las mismas oportunidades.
Como lo pudo establecer el estudio realizado por el codirector del Banco de la República, Adolfo Meisel, “en el caso de los más pobres, la educación es la principal herramienta que les brinda la sociedad para mejorar sus condiciones de vida”. Pero, advierte que “no es suficiente con el acceso a la educación. Es necesario garantizar el aprendizaje a través de una educación de calidad”. La educación de calidad, entonces, es la clave.
Además, como lo pudo establecer el investigador Eric Hanushek, si el sistema educativo colombiano garantizara a todos los jóvenes colombianos aprendizajes mínimos, la tasa de crecimiento económico de largo plazo se incrementaría en 0.7 puntos porcentuales por año. Y de lo que se trata, como lo dice la secretaria ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcenas, “hay que crecer para igualar e igual para crecer”. Si no se le pone correctivo, entonces, a la pobreza y a la desigualdad, vamos a seguir teniendo un crecimiento potencial bajo, alrededor del 3.5% y la economía va a seguir creciendo por debajo de ese potencial, como ha ocurrido en últimos años.
El primer punto de los Objetivos de Desarrollo del Milenio fue la erradicación de la pobreza extrema y Colombia está lejos de lograrlo; ahora entre los objetivos del Desarrollo Sostenible, el primero de ellos es el de erradicar la pobreza en todas sus formas.
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