Un manifiesto de un ingeniero de Google –que hace un catálogo de lo que considera que son las características propias del género femenino– deja en evidencia cómo se utiliza la ciencia para fortalecer un discurso patriarcal lleno de falacias. A partir del documento escrito por James Damore, quien fue despedido por Google luego de que se filtrara este escrito, las reacciones no se han hecho esperar: mientras algunos rechazan las falsas aseveraciones que plantea el ingeniero en su escrito, otros señalan a la empresa de restringir las discusiones y la libertad de expresión. 

Damore, sostiene que las mujeres no son aptas para ciertas labores de programación, en tanto son neuróticas y tienen poca tolerancia al estrés. Y la lista de rasgos negativos de la mujer no se queda ahí, el personaje hace todo un listado de razones para defender su planteamiento inicial. Además, justifica su teoría en que las características sobre las que hace mención no son meras reglas sociales, porque son comunes a todas culturas de forma universal.

En relación a lo que se plantea en el manifiesto, está claro que el autor es un verdadero vocero de la ideología patriarcal, aquella que durante la historia de la humanidad ha utilizado el concepto de “roles naturales” para ubicar a la mujer en un estatus de inferioridad, cuando lo que está claro es que la biología poco tiene que ver con las reglas impuestas por la sociedad. Esa ideología, como lo ha escrito Janet Saltzman, se manifiesta mediante un lenguaje que explícitamente devalúa a la mujer, dándole a ellas y a sus actividades menor prestigio o poder del que le es atribuido a los hombres. A esto, Alda Facio y Lorena Fries han agregado que este discurso de segregación construye escenarios de inferioridad de la mujer frente al hombre, utilizando supuestas razones biológicas inherentes o naturales al género femenino. 

Hay afirmaciones de Damore que merecen ser analizadas con mayor profundidad, como el hecho de que las mujeres son neuróticas. Hay una cierta regla social según la cual una mujer que exprese sus sentimientos con rabia o enojo es una maleducada o no encaja dentro de los rasgos ideales que se han construido para ella, por lo que una neurótica no es bien vista, pero un hombre neurótico, por regla general, es visto como alguien apasionado o decidido. 

De esto, es evidente que lo que le disgusta al ingeniero no es que haya personas neuróticas, sino que estas sean mujeres. Y si hacemos lo mismo con cada uno de los supuestos rasgos que este hombre le atribuye a la mujer, nos daremos cuenta de que no tienen ninguna relación con la biología, pero sí con un discurso misógino que solo busca excusas para excluir al género femenino de los escenarios de poder económico y político. 

No hay razón biológica que le impida al hombre realizar labores domésticas, sin embargo, han repetido tantas veces esa mentira de que su masculinidad se ve afectada por estos trabajos, que muchos como el James Damore se lo terminan creyendo. 

@tatidangond