El Heraldo
Opinión

Cultor del lenguaje

Ingeniero, economista, político, historiador, profesor universitario, ensayista sobre economía, energía, medio ambiente y autonomía regional, constituyente, diplomático, ejecutivo en los sectores público y privado. Larga es la lista de ejecutorias de Carlos Rodado Noriega. 

Y de qué manera: Bachiller distinguido del Colegio de Sabanalarga, donde “la inteligencia es peste”; primer puesto en el examen de admisión a la facultad de ingeniería de la Universidad Nacional, donde ser admitido ya es laudable; Magíster de la Universidad de los Andes en Economía y Doctor en esta rama del saber por la Universidad de Michigan; presidente de la Corporación Colpatria a los 33 años, mejor gobernador en el manejo de las finanzas públicas según el Departamento Nacional de Planeación, miembro honorario de la Sociedad Bolivariana y de la Academia de Historia de Cartagena y, con todo y sus demoledores ataques al centralismo, Ciudadano Ilustre de Santa Fe de Bogotá.

No de poca monta ninguno de esos logros, pero –me atrevo a aseverar– tampoco hay entre ellos ninguno tan caro a sus afectos, a lo que Hegel llamaba la lucha por el reconocimiento, el orgullo que produce ser reconocido tal cual uno querría serlo, como su reciente recepción como miembro honorario de la Academia Colombiana de la Lengua. La más antigua y prestigiosa de las academias de la lengua en la América hispana. 

“Sin ser escritor de oficio he sido un oficiante de la palabra”, afirma el mismo Carlos en su discurso en la ceremonia de admisión, titulado “La formación de la Lengua Castellana y su evolución histórica”. En realidad magistral y entretenida conferencia que intenta resumir el libro que lleva el mismo título y que fue presentado de manera simultánea en el solemne acto. Al cual asistió, testimonia Gustavo Bell, “todo el notablato santafereño”.

El relato del periplo de la formación del idioma comienza mil años antes de la era cristiana y, además de una erudita relación de las culturas que lo fueron moldeando, está salpicado de anécdotas. Como la de los fenicios, que al encontrar tantos conejos en la península la llamaron i-shepan-im, tierra “repleta de conejos”, expresión que se convirtió en Spania y luego en Hispania. Podríamos decir entonces que el verdadero nombre de España es La Conejera. Y la de cómo canoa y hamaca fueron las primeras palabras en ir a dar directo del Caribe al léxico de los reyes de Castilla. 

De mi parte me limito a fungir como testigo de que el gobernador Rodado bajo un sol canicular, cabalgando en la palabra cual Quijote, dignificaba hasta el más sofocante rincón del departamento, hacía ver a Bolívar reposando en la casona de los Visbal en Soledad o a Julio Flórez declamando en Usiacurí y sembraba ilusiones, como la de aplacar la sed, que en muchos casos alcanzó a convertir en alquímica realidad. Bien merecida distinción para Carlos Rodado, cultor del lenguaje sin distingos de auditorio.

rsilver2@aol.com

 

Facebook
Twitter
Messenger
Whatsapp

Más Columnas de Opinión

El Heraldo
Mauricio Cárdenas

A la brava

Gran indignación me causó que el presidente Petro, al referirse al café en la instalación de la mal llamada Asamblea Nacional Cafetera, dijera que “no se produce, se extrae”. Y me sorprendió no solo porque el café se trabaja –y duro–

Leer
El Heraldo
Jorge E. Robledo

Petradas

1.- Entre lo mucho que se ha dicho sobre la reforma a la salud, reforma que se hundió porque Petro perdió el respaldo de Santos, Samper y César Gaviria y de los partidos Liberal, Conservador y de la U –claves para que ganara la Presidencia–

Leer
Ver más Columnas de Opinión
X
COMO REPORTAR A WASAPEA
1. Agrega a tu celular el número de Wasapea a EL HERALDO: +57 310 438 3838
2. Envía tus reportes, denuncias y opiniones a través de textos, fotografías y videos. Recuerda grabar y fotografiar los hechos horizontalmente.
3. EL HERALDO se encargará de hacer seguimiento a la información para luego publicarla en nuestros sitio web.
4. Recuerda que puedes enviarnos un video selfie relatándonos la situación.