A mis poderosos 66 años tengo problemas de memoria inmediata y algunas veces me quedo “en blanco” como una hoja de papel dispuesta en la impresora. Quiero decir que salgo hacia una habitación en busca de unos zapatos y aunque vaya a pie descalzo puedo perfectamente preguntarme al minuto ¿y a qué vine acá? Tengo que dejar las llaves siempre en un lugar específico o de otra forma pierdo minutos y gano ansiedad exponencialmente en la medida en que las putas llaves no aparecen ni logro recordar dónde las vi por última vez. He llegado al colmo de hacer lista de mercado y muy sobradita arranco a llenar el carrito pero al llegar a casa y notar lo que me hace falta es cuando recuerdo que la lista está en el bolsillo de mi jean. Sé que son gajes del almanaque y, la verdad, me parto de risa cuando encuentro las cosas o recuerdo a qué era que iba.

Sin embargo, mantengo intacta la memoria anterior y en especial la histórica, por eso la declaración del presidente venezolano sobre que “se está preparando una matanza contra los líderes de las Farc que firmaron la paz”, no me parece descabellada sino perfectamente posible. Esa ha sido la historia negra de este país de derecha recia cuya oligarquía ha usado el plomo para disolver a la oposición, así sea alguien de su propia entraña: bastó que Álvaro Gómez Hurtado hubiese dicho que había que cambiar este sistema desigual para que lo cosieran a bala y hoy, 20 años después, no se sabe con certeza quiénes ordenaron ese crimen de lesa humanidad, porque en tapar y enterrar también se tiene una inmensa y sólida experiencia.

Hagamos un repasito: Guadalupe Salcedo jefe de las guerrillas liberales de los Llanos en los años cincuenta del siglo pasado entregó su carabina y firmó la paz y fue reventado a plomo a los pocos meses, nació la Unión Patriótica y los cazaron uno a uno hasta alcanzar más de dos mil asesinatos, los sobrevivientes lo son porque alcanzaron a asilarse en tierras gélidas del norte europeo y ahí está la valerosa Aida Abella pidiendo protección para su gente que está en la hermosa misión de apoyar a los campesinos en la recuperación de sus tierras y el respeto a los derechos humanos. Surgió entonces el M19 de aquella nefasta elección de Pastrana que birló los votos de la Anapo y quedaron Navarro Wolf porque la granada le voló la piernas y lo llevaron a Cuba a remendarlo y Gustavo Petro: a Pizarro León Gómez lo acribillaron dentro de un avión, a El Turco Fayad lo cosieron a bala en un parque y al Flaco Bateman disque le falló la avioneta, lo mismito que le pasó a Pedro Juan Moreno que se le volteó al sistema. Por eso entiendo que en la aparente distensión de la paz en los campamentos de paso algunos periodistas cuenten que muchos de ellos dicen “nos van a matar, pero no había otro camino que firmar la paz”. 

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