El público deportivo de los EEUU, no apreció en justa medida la figura inmensa que fuera en su época Herman Babe Ruth, el bateador descomunal que apareció en los estadios en los años 20. Cierto es que la figura física del ‘Bambino’ no lo ayudaba ni en mínima proporción a ser el gran ídolo beisbolero que finalmente fuera. 

Ruth era un hombre corpulento desde muy joven, pero su imagen no lo ayudaba a imponerse en los públicos beisboleros de Yanquilandia. Era barrigón por su desmedida actitud para comer; lo que llamamos por aquí ‘camilla seca’ y pare de contar, porque el resto era una temible figura del ‘Bambino’. 

Centenares de miles de aficionados ignoraban los comienzos de Ruth, pues fue lanzador zurdo en aquellos años 10. Sorprendentemente aquel muchachón alto y corpulento fue como lanzador un buen pelotero, ya que llegó a ganar 19 juegos en su mejor temporada.

Sin embargo aquel joven que militaba en aquel equipo Medias Rojas de Boston fue mirado con interés por los Yanquis de Nueva York, a quienes les llamaba poderosamente la atención que ‘el Bambino’ como bateador sonaba la píldora con gran violencia.

Los Yanquis negociaron con los Medías Rojas de Boston el traspaso de Ruth a los ‘Mulos de Manhattan’ y una vez conseguido ese traspaso fueron enfáticos con ‘el Bambino’ diciéndole autoritariamente: ‘Míster Ruth, usted como jugador de este club no será más lanzador sino jardinero derecho, porque queremos hacerle crecer esa capacidad suya para el jonrón”.

Así empezó la grandiosa campaña del ‘Bambino’ como jonronero con el uniforme de los Yanquis, que fue lo más impresionante y grandioso de aquellos años 20.

Ruth se convirtió en el más temible jonronero de aquellos años encabezando las estadísticas del jonrón.

Empero, además de jonronero, Ruth fue un grandioso bateador. Hubo un año que no podemos precisar en este dictamen cuando ‘el Bambino’ tuvo un average de .394, es decir, solo le faltaron 6 milésimas para haberse convertido en un bateador de 400 de average que tan pocos son en el béisbol.

Babe Rut término su carrera cuando quiso ser mánager de los Yanquis y el coronel Tupper le dijo en su oficina de presidente del club: “Pero Babe, si tú no has podido dominarte a sí mismo, cómo puedes tú suponer que puedes dominar a 30 peloteros”. ‘El Bambino’ se paró de su silla y se fue sin despedirse.

Esta crónica la suspendemos hoy aquí en este último párrafo para seguirla en la próxima edición.