Los virus que nos acechan
Pero el crecimiento de los virus ha sido favorecido con una urbanización desordenada, falta de acceso al agua potable, alcantarillado, y otras condiciones sanitarias básicas, y el transporte masivo a grandes distancias, y las migraciones, la intromisión desordenada en selvas y bosques, aparición de nuevos vectores, cambio climático, déficit de vivienda y condiciones nutricionales deplorables, con ellos tendremos que reconocer, que la llegada de nuevos virus y otros agentes infecciosos, seguirá, en medio de un alto porcentaje de incrédulos a las vacunas.
Llegaron primero que nosotros, bacterias, virus, protozoarios, rickettsias, y muchos otros microorganismos, que no vemos en el camino, a menos que tengamos un microscopio, o con medios diagnósticos avanzados, que han permitido a los humanos sobrevivir.
Como seres vivos con componente genético los virus se multiplican, y se alojan en diferentes huéspedes, produciendo alteraciones que van desde estados asintomáticos o imperceptibles hasta formas con daño celular que lleva a manifestaciones críticas que incluyen la muerte del huésped. El estudio del comportamiento viral y sus manifestaciones clínicas, su diagnóstico, y tratamientos, con la consiguiente recomendación de manejo de la salud pública y la epidemiología, desafortunadamente ha terminado en manos de personas autodidactas, sabelotodos, políticos, y profesionales de todas las especialidades, es lo que dirige actualmente un mundo en el que las comunicaciones se disparan a cada segundo.
Estar atentos a los virus que hay, ya conocidos y descubrir los que nos acechan es una misión que en parte ha mostrado uno de los mayores fracasos de la humanidad, con la pandemia de la covid-19, que ha pesar de todos los adelantos todavía su presencia continúa ocasionando el mayor daño a la humanidad, no alcanzado por otros fenómenos, como las guerras, los daños ambientales terremotos tsunamis etc. Más de 240 millones de contagios y 5 millones de muertes por la Covid-19, cifras que están disminuyendo para nuestra fortuna, no nos pueden hacer olvidar, que miles de virus permanecen aún sin conocer afortunadamente muchos beneficiosos para la humanidad.
Sabemos que, en el solo lecho marino, un mililitro de agua de mar contiene, aproximadamente, un millón de bacterias, mil protozoarios y hasta diez millones de virus, estos, eliminan y liberan importantes cantidades de carbono y de subproductos, que ayudan a mantener el equilibrio de los océanos.
Los adelantos de la infectología, con el conocimiento de la transmisión, contagios, diseminación, y daños a millones de personas, como los producidos por el virus de la Rabia, la viruela, la fiebre amarilla, la poliomielitis, la fiebre amarilla, la influenza, el papiloma humano, el virus de la inmunodeficiencia humana y muchos más ha llevado a vencer grandes catástrofes que se ciernen sobre la humanidad. En gran parte, con el descubrimiento de las vacunas y nuevos medicamentos, se ha logrado como con el coronavirus actual, aun con muchas defunciones controlar un avance que parecía imposible de detener.
El estudio de los virus ha marcado varios hitos en la ciencia. El control de viruela, con el que se inició el concepto de transmisión, contagiosidad. Con la Rabia, enfermedad transmitida por animales, las hepatitis el Dengue, por un mosquito, cuya vacuna está en investigación. La vacuna antirrábica, además de abrir las puertas de la virología y la inmunología, han cambiado el concepto de la humanidad sobre los virus y las enfermedades infecciosas. Otros casos de interés el descubrimiento del virus de la fiebre amarilla, y de su vacuna, la vacuna contra la poliomielitis, la del sarampión, tétanos, tosferina, influenza, e identificada contra el virus del papiloma humano, directamente relacionado con el cáncer de cuello uterino, y el descubrimiento de nuevos medicamentos para el control del virus de la inmunodeficiencia humana.
Pero el crecimiento de los virus ha sido favorecido con una urbanización desordenada, falta de acceso al agua potable, alcantarillado, y otras condiciones sanitarias básicas, y el transporte masivo a grandes distancias, y las migraciones, la intromisión desordenada en selvas y bosques, aparición de nuevos vectores, cambio climático, déficit de vivienda y condiciones nutricionales deplorables, con ellos tendremos que reconocer, que la llegada de nuevos virus y otros agentes infecciosos, seguirá, en medio de un alto porcentaje de incrédulos a las vacunas, que ya le hacen un gran daño a la humanidad.
La organización de planes y proyectos y la colocación de mayores recursos para la investigación en infectología necesita una urgente respuesta para no seguir sufriendo los devastadores impactos similares a los de la covid-19.
Más Columnas de Opinión
Junior y la sanción a Jorge Duarte
En los más de cuarenta años que he estado en la industria de los medios de comunicación, el fútbol siempre ha sido la misma historia. Los temas del Junior de Barranquilla, por partidos accidentados y fallos arbitrales, siempre se maximizan y s
La pobreza energética, un mamotreto de tareas
De Mamotreto, del latín mammothreptus, cuyo significado literal es criado por su abuela, deriva “abultado o gordito”, por la creencia de que las abuelas crían niños gordos. Hoy tiene tres usos: armatoste (objeto grande), libro o l
A cuidar las marchas
Las marchas y manifestaciones han desempeñado un papel crucial en la dinámica de los cambios sociales a lo largo de la historia. Estos eventos han sido catalizadores potentes para transformaciones sociales y políticas, y van más allá de la le
¡Lee la naturaleza!
Para quienes compartimos que Dios es el creador del universo y de la vida o para quienes no lo aceptan, lo único claro es que, de todos los seres vivos existentes en la naturaleza, el único que tiene la capacidad de comunicarse con sus semejante