Regresó  a la ciudad de un paseo de compañeras de último año, con un proceso febril, dolor de garganta y mal estado general, deterioro neurológico rápido, inconsciencia, y aparición de lesiones oscuras en manos y pies. Su enfermedad evolucionó  en menos de tres días de su inicio, a pesar de todos los esfuerzos, la paciente de 17 años, falleció, a causa de una infección por una bacteria conocida como Meningococo. Otro caso representativo, fue  el de aquel paciente con una infección urinaria, con baja de presión arterial, debilidad severa, desorientación,y aumento de periodos de sueño. Ingresa con septicemia,  afortunadamente pudocontrolarse una infección que ya estaba en la sangre, la frecuencia de estos casos cada vez es mayor y me han obligado a alertar a las comunidades que ahora se mueven con facilidad de un lugar a otro, y en diferentes países, a lo que hay que agregar el aumento conocido de una población de migrantes considerablemente alta. Los casos diarios de estas infecciones, obligan a que la comunidad tenga una educación sobre lo que rápidamente se debe hacer, que permita evitar una mala evolución de los pacientes.

Si, las infecciones son una  de las enfermedades que frecuentemente producen alteraciones severas de la salud, y que pueden determinar la muerte de una persona. Lo importante prevenirlas o evitarlas,  pero una vez establecidas, o con la mínima sospecha, consultar, para evitar una triste y rápida evolución, muchas veces controlable. A las infecciones no hay que perderles tiempo, el crecimiento y agresividad de las bacterias, virus, hongos y otros, es tan rápido y devastador que muchas veces no se puede detener, y si se hace, ya han comprometido severamente los pacientes con probabilidad de dejar secuelas o incapacidades  graves.

Tener en cuenta la actividad previa, y las enfermedades que ha tenido el paciente, su estado de defensas,  y los contactos con personas, animales o sitios contaminados, es decir, una buena historia clínica, sirve de base para un diagnóstico preciso, que es lo que permite usar los tratamientos, y determinar un buen manejo de antibióticos, antivirales y otras medicamentos o medidas urgentes. Si el medico inicialmente no sabe que tiene, debe  consultarse al especialista para definir rápidamente una conducta que defina un tratamiento y una conducta a tiempo. 

Las medidas que pueden ayudar a disminuir y controlar las infecciones fatales, dependen de lo que el paciente o sus familiares o acompañantes puedan hacer. Después de que el paciente tenga un cuadro febril, se debe hacer un buen seguimiento de su estado general. Definir si empeora, en forma urgente su atención, y un buen seguimiento, observando la interferencia con sus actividades diarias, o la aparición de cambios en su conducta, desorientación, confusión y mayor debilidad, lo cual prende las alertas para una conducta, que bien llevada, puede ser salvadora. Bajar la temperatura, hidratar  al enfermo y hacer seguimiento cuidadoso del paciente, son medidas de gran utilidad. Aunque algunas veces las manifestaciones de una infección permanecen ocultas hasta volverse críticas, si se revisa con cuidado el estado del paciente se pueden detectar, utilizando medios diagnósticos precoces, y atención clínica especializada.