Un año más ha transcurrido en la Fundación Casa hogar Andrea, creada hace seis años con el apoyo de empresas, instituciones y personas, que en forma desinteresada han hecho posible su funcionamiento. Su apoyo irrestricto y permanente, nos ha dado como resultado sacar adelante  150 niños que no tienen un sitio, un hogar, un transporte una alimentación, y mucho menos el afecto y el amor necesario para enfrentar y soportar los intensos tratamiento a los cuales son sometidos. Los agradecimientos de estos niños y los nuestros son inmensos para con estas instituciones y personas, con quienes hemos podido suplir  las grandes deficiencias de nuestro sistema de salud, haciendo posible el desarrollo de nuestros objetivos, en medio del incumplimiento de lo establecido por la ley 1388 en Colombia sobre la salud de los niños, y más concretamente en la atención de las enfermedades  malignas, que claramente  nos suma otra de las grandes vergüenzas en la atención de una población a la que hay que darles una mayor cantidad de atención y recursos, que les permita salir adelante.

Así, veremos surgir niños después de su enfermedad y convertirse en personas útiles a la sociedad. Estos niños constituyen la población mas importante de un país y su futuro, son abandonados a su suerte, mientras se dilapidan los recursos en otras poblaciones, de bandidos o delincuentes.

 El futuro olvidado, en un presente que muestra el incremento de las violaciones, la pederastia religiosa, la prostitución, el ingreso temprano a las actividades sexuales, el trabajo temprano forzado, la desnutrición, el abandono de los padres, la inasistencia a las escuelas y colegios, dificultades de transporte, desplazamiento y reclutamiento forzado,  incremento en la participación en grupos por fuera de la ley en actividades criminales tempranas, nos está llevando cada día a dejar una población importante de un país a la deriva de lo que pueda suceder sin el necesario cuidado y  apoyo de los adultos.

El panorama desolador  de la población infantil se empeora con la necesidad de tener  un sistema efectivo para el tratamiento de las enfermedades  que como el cáncer, por su propia naturaleza ya son graves y requieren de una respuesta urgente y eficaz para contrarrestarla. 

Se presentan cada año mas de 2.000 casos de cáncer infantil, de ellos, solo el 50% logran sobrevivir, mientras en otros países la sobrevivencia es  más del 80%. Nuevas normas desfavorables, como la Resolución 1417 del 2016, la cual debería ser derogada, empeoran la situación, ya que por el contrario desmejora la prestación de servicios a esta sufrida población, negando la atención obligatoria de urgencias, la necesidad de la atención de especialistas, y la disponibilidad permanente  de sitios de atención especializada, no acogiéndose a las recomendaciones de las organizaciones científicas del ramo. 

Continua el incumplimiento del las EPS en asistir a estos pacienticos y familiares con los gastos de transporte, estadía, apoyo a la alimentación, y ubicación de pacientes y familiares, lo mismo con la falta de especialistas y recursos.

Es hora ya de que el gobierno se vuelva responsable de la atención de estos pacientes y cumpla con su obligación, como una prioridad por encima de cualquier otro tipo de poblaciones.