Desde que tenemos uso de razón los titulares da los medios de comunicación son lo mismo: La habilitación del Puerto de Barranquilla es obra nacional, se necesita una draga permanente el calado es insuficiente, intervención de gremios para resolver una posible parálisis, desvio de embarcaciones por poca profundidad. Son titulares que tienen cuarenta años o más y que subsisten hoy día como si fuesen el ayer traumático.
Pero todo ello no tiene más que un significado rotundo: El gobierno nacional a través de las décadas no ha podido establecer una política de Estado, una directriz permanente, un organismo establecido con poderes y presupuesto, todo ello para resolver una elemental necesidad de transporte nacional por la principal vía fluvial que tenemos como es el Magdalena. Todo lo hemos dejado en las manos locales o regionales ellas de buena voluntad pero sin tener a través de años la solvencia, autonomía y músculo acertado para resolver un tema decisivo en la economía del país.
EI tema es tan antiguo, tan sistemático y tan virulento que hojeando archivos encontramos decenas de notas de EL HERALDO desde 1950 y unas de la Prensa de 1948 que tienen los mismos titulares que los que se publican hoy. El Doctor y eminente médico barranquillero Aquileo Hernández Núñez radicado en Estados Unidos a raíz de algunos intercambios de opinión me envía sobre el tema un artículo de 1935 de La Prensa que escribió el distinguido dirigente caldense Luciano Durán Ramírez sobre el cobro de un impuesto o un derecho por pagar por cada tonelada de carga de exportación por el Puerto de Barranquilla, por la suma de un peso. Impuesto que Don Mario Santo Domingo el gran ejecutivo criticó como una talanquera al desarrollo fluvial de entonces y que el mismo gobierno ratificó “para poder traer la draga que ~ tanto necesitamos.”
El Gran dirigente Durán Ramírez que ejerció como Dirigente visitador Postal, Presidente de la Cámara de Comercio y miembro directivo de los Bancos de la República y Bogotá, igualmente de la Andi, desde esas hermosas tierras montañosas de Caldas que no tenían inmediata geografía sobre el Magdalena, analiza una situación de inseguridad y falta de eficiencia gubernamental en las decisiones sobre el gran rio que podrían perjudicar a todo el país. Es decir desde tan lejos y desde hace tantos años también se preocupaban de la funcionalidad del Magdalena lo que convirtió el asunto en un tema de preocupación nacional. Pero los únicos que no lo han manejado de este modo son los gobiernos ejecutivos que pasan por el poder y vuelven y pasan y todos creen que es un capricho, una entelequia, una necesidad de la Costa Caribe y de los barranquilleros. Que el problema del rio deben arreglarlo ellos o por lo menos ese es el aparente criterio. Mientras tanto traer una draga es mover un mundo, mantenerla permanente una odisea y nunca hay plata, nunca deseo de aportar, siempre la excusa, el obstáculo, la zancadilla. El 3 de Julio pasado 'EL HERALDO trae el titular "Estudio contratado por Invias para el canal de acceso está suspendido". "El consorcio que realiza la consultoría solicitó en Marzo la suspensión del contraía por tramites ambientales. “Parece idéntico a los titulares de la segunda mitad del siglo pasado”.
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