Escenarios culturales
El Teatro Amira de la Rosa es un escenario privilegiado y nos dio mucha satisfacción saber que el Banco de la República se hacía responsable de los trabajos. Porque todo lo que emprende este Banco Emisor es magnífico y rápido, por eso es inexplicable una demora que solo contribuye a aumentar el deterioro del teatro. Esperamos la iniciación pronto de esta intervención.
Con excepción del Museo del Carnaval, afortunadamente, bien cuidado, vigilado y mantenido actualmente la ciudad se quedó sin escenarios culturales que apenas hace diez años más o menos teníamos varios bien especializados, bien dirigidos y bien estructurados en su organización, estructuras y contenidos. No sabemos realmente por que entramos en este estado de "Stand By" como dicen los gringos, que lo es muchas veces pero para nosotros no lo fue de esta manera. Para consolarnos se empieza a ver un renacer de esfuerzos por una recuperación de todas las entidades culturales lo que satisface pero no deja de preocuparnos que el estancamiento se prolongue.
Bellas Artes apenas inicia la nueva etapa superada esa tramitología estatal tan fastidiosa que en últimas depende del Ministerio de Cultura. Pero el empuje de la Gobernadora Elsa Noguera logró destrabar un estancamiento inaudito y la estabilización administrativa ya iniciada en la Universidad del Atlántico hace prever que pronto iniciará su reconstrucción tan necesaria. El Museo del Caribe también renace y lo hace, con el vigor que siempre, desde su fundación, ha tenido para satisfacción de nosotros y visitantes. El Museo Moderno que ha estado en magníficas manos, además desinteresadas y expertas, vislumbra un renacer prometedor cuando los convenios en camino se cierran y produzcan su renacer.
Lo que nos tenía preocupado a la ciudadanía es la demora y la parsimonia del Banco de la República por desarrollar el convenio y compromiso que hizo con la Alcaldía para su recuperación. El Teatro Amira de la Rosa es un escenario privilegiado y nos dio mucha satisfacción saber que el Banco de la República se hacía responsable de los trabajos. Porque todo lo que emprende este Banco Emisor es magnífico y rápido, por eso es inexplicable una demora que solo contribuye a aumentar el deterioro del teatro. Esperamos la iniciación pronto de esta intervención. En cuanto al Museo Romántico su eficiente Junta Directiva hace plausibles esfuerzos por llegar a acuerdos con diferentes entidades y no han faltado grandes movimientos para rehabilitarlo, pero aún falta el puntillazo final. El Antropológico va envuelto en las gestiones de Bellas Artes y esperamos resultados satisfactorios pronto.
De todos modos el grado de cultura de la ciudad se ha adormecido temporalmente pero no ha desaparecido. Y no puede desaparecer porque “El grado de cultura de una metrópoli es el termómetro que mide la temperatura y el desarrollo de su progreso” expresó De Gaulle cuando entró triunfante a París y la encontró devastada al finalizar la segunda guerra. De ese modo nuestra Barranquilla no debe dejar pasar mucho tiempo más para la rehabilitación de estos escenarios, cada uno en su campo y en qué esfera sociológica. Lo importante es no decaer en el abandono. Estamos optimistas porque las autoridades están encima de esta problemática, pero todos, con el apoyo intensivo de los medios de comunicación, debemos ayudar en lo que podamos, aportar el granito de arena, que sumados forman siempre los resultados.
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