Las preguntas difíciles, las que tienen preparadas algunos aficionados que se mueren de las ganas de poder contarle luego a todo el mundo, “que él rajó a un locutor o cronista deportivo a quienes se encontró en un velorio o en un festejo matrimonial. Como la preguntita pringamocera que le hicieron a un viejo amigo y colega nuestro, pero en los tiempos en los que los dos éramos aficionados a la gallera de la calle Caldas, frente a la plaza 7 de Abril, como así se llamó por tantísimos años, luego imbécilmente cambiada por plaza Almendra Tropical.

Como este columnista estaba presente en el conclave donde rajaron al amigo y colega, el rajador quiso agregar otra rajada más a expensas nuestras, pero “taco burro”, pues hizo una pregunta que le daba piso a varias respuestas más. El tipo – luego de conseguir de nuestra parte que aceptáramos el desafío, aunque no quiso aceptar que le hiciéramos después una buena preguntilla “que lo pusiera a parir”, como se dice cuando meten a cualquiera en un brete, pero finalmente la concurrencia quiso que el hombre también nos partiera, para que se luciera por partida doble. En fin, pregunte usted, le dijimos.

Y vamos a ver que el tipejo con una de esas preguntas que le dan margen a salirse por la tangente. Y soltó: “Cual ha sido el batazo más comentado en una serie mundial en los años 30”?. Una pregunta que para este columnista era maíz pilado, porque la gente que no estuviera de acuerdo con la respuesta, no se atrevía a discrepar, por la personalidad avasallante de quien en vida se llamó o le decían “Babe Ruth”. Y citamos el caso, ocurrido en una serie mundial entre Yankee y Cubs de Chicago, en fecha que no podemos precisar por el robo que un carrero nos hizo, en una mudada, de todo nuestro archivo beisbolero. Pero los detalles de aquella jugada, ni muertos se nos olvidarían.

Bateaba el Bambino, quien había sido recibido en Chicago de la manera más canallesca y sucia. Ruth creyó que estaba serenando cuando llegó al estadio con su esposa y comentó: “Parece que está serenando”. No lo estaba: eran los fanáticos chicagüenses que lo estaba escupiendo desde las gradas. ¿Qué tal esa?

Bien, vayamos al meollo: fue a batear Babe Ruth, y aquella gritería era algo increíble. A esta se sumaban los jugadores del Chicago. Y Ruth, que se crecía en las adversidades, con el primer “strike” cantado, señalo la grada del RF, por allá la iba a mandar. El pitcher metió el 2° . strike y para que fue eso! Y el Bambino señalando lo mismo. Y que pasó, para acortar esto? Que el pitcher como que quiso ponchar al Bambino y la paso por el centro del plato y Ruth le metió bate y la botó.

Digan ahora los deliberantes si saben de un episodio que pueda competir con este. Y no digamos más, que más no puede decirse.