“No los olviden”: familia de víctimas piden justicia

Señalando el asiento asignado para el presidente de la República en la Plaza de Bolívar, en Bogotá, Mayra Páez, pareja del menor fallecido Jader Alexander Fonseca, dijo: “Aquí hoy debería estar el presidente, debería estar la Policía Nacional pidiendo disculpas y reconociendo lo que hicieron”.

Las protestas por la brutalidad policial del 9 y 10 de septiembre dejaron un saldo de 13 personas muertas, 178 civiles heridos, al menos 75 con armas de fuego, y  308 miembros de la Policía lesionados.

“Quiero exigirle al Gobierno Nacional que haga justicia, que no sigan habiendo más víctimas mortales ni heridos por parte de la Policía Nacional y que sobre ellos caiga todo el peso de la Ley, porque lo que hicieron fue un asesinato”, expresó Páez.

La joven contó que su a pareja lo acribillaron y que no murió por una bala perdida, sino que fueron cuatro tiros los que le pegaron, según señaló, miembros de la Policía Nacional. “Han dejado a un hijo sin el derecho de conocer a su padre, sin el derecho a crecer con él. Hoy mi dolor no es solo como mujer, mi dolor es también como madre. Mi hijo queda huérfano por parte de este acto violento de la Policía Nacional, lo mínimo que les exijo es que le garanticen sus derechos. (…) ¿Quién dio las órdenes de disparar y acribillar a nuestros jóvenes”, lamentó.

Los familiares de las víctimas se reunieron este domingo en una celebración ecuménica para expresar sus peticiones, para pedir verdad y justicia.

Durante este acto de perdón y reconciliación, convocado por la alcaldesa de Bogotá (Claudia López), el padre Francisco de Roux, presidente de la Comisión de la Verdad, le manifestó a las víctimas que, aunque no es fácil, el camino es la reconciliación.

“Es un momento difícil, no es fácil volvernos a recuperar como comunidad humana cuando hay que reconciliar lo irreconciliable, cuando hay que perdonar lo imperdonable”.

De Roux pidió verdad, conocer lo qué pasó con la vida de cada una de las personas asesinadas y heridas. “Que se sepa por qué los mataron, por qué había esa idea de que las armas se pueden usar para irrumpir contra la protesta legítima. (…) El país necesita saber la verdad de nuestra tragedia y, con ella, la justicia porque solo así es posible avanzar hacia la reconciliación para volver a darnos la mano y reconocer lo que pasó y tener la grandeza de construir juntos”.

Justicia. Brayan Baquero, hermano de Angie Baquero (una joven de 19 años que hace parte de la lista de fallecidos), pidió justicia para que la muerte de su hermana y la de otras víctimas no quede impune.

“Estamos viviendo un momento de tristeza, dolor y angustia”, dijo el joven desde la tarima en la plaza de Bolívar.

Flor Peralta, madre de otro menor de edad que se encuentra herido, manifestó con la voz quebrantada: “Desde lo más profundo de mi corazón, les pido que se haga justicia, que se haga lo posible para conocer la verdad de lo que sucedió. Con dolor se los digo”.

Su hijo sufrió unos disparos por ir a ayudar a un amigo, según narró. “Cuando lo estaba ayudando, lo tirotearon. Él se salvó, pero es un muchacho joven y no sabemos cómo quedará ahora”, contó.

No más venganza ni olvido. “Quiero hablar por todos aquellos que estamos pasando este dolor tan grande, Brayan está herido, una de las balas le destrozó el ojo. No se olviden de ellos”, pidió Constanza Chaparro, familiar de uno de los jóvenes heridos.

“Hablar todos como amigos, sin diferencia social. No olviden a nuestros familiares porque la incertidumbre es grande, es un futuro que se truncó y, de corazón, les pedimos que tiendan sus manos hacia a ellos”, dijo Chaparro, quien entre lágrimas pidió que estos jóvenes muertos y heridos no sean olvidados.

Brayan Baquero además pidió no continuar con el caos ni la venganza. “Esperamos que se sensibilicen, queremos que más familias pasen por esto. Es muy duro y difícil porque hemos perdido a una persona que no vamos a volver a ver jamás y nos deja un gran vacío en nuestro corazón. Necesitamos que se calmen”.

Durante el acto de reconciliación y perdón, la alcaldesa de Bogotá se refirió a la escena de dolor que vio al visitar a los heridos en los hospitales. “Que dolor ver a los jóvenes de nuestros barrios heridos en camas de hospitales y que dolor ver en otras camas a otros jóvenes, igual de humildades y posiblemente con los mismos sueños, servidores públicos de la Policía heridos”.

Además de pedir perdón por lo sucedido, ofreció a los familiares de las víctimas acompañamiento psicosocial, garantía de atención en salud y acompañar en la labor de obtener justicia.

Agregó que pese a que una reforma policial no puede devolver la vida a los ciudadanos que hoy lloran, “sí puede evitar que hayan futuras víctimas”.  Por eso insistió en la necesidad de “desmilitarizar a la Policía”.

Al acto de reconciliación y perdón, en representación del Gobierno Nacional, asistieron Miguel Ceballos, alto comisionado para la paz, y Nancy Patricia Gutiérrez, consejera presidencial para los Derechos Humanos.