El Heraldo
Se mueven dos proyectos de ley y uno de decreto para definir las reglas de juego para las traumáticas.
Colombia

La regulación planteada para armas traumáticas

Fuentes de Mindefensa le dijeron a EL HERALDO que el borrador de decreto salió ya de comentarios y está en etapa de respuesta.

El fenómeno de las armas traumáticas en el país es uno de esos temas polémicos alrededor de la seguridad ciudadana: unos las aceptan porque, dicen, corresponden a una práctica deportiva y/o le permiten al ciudadano defenderse de la delincuencia o disuadir algún evento potencialmente delincuencial por el parecido que tienen en el aspecto y el sonido con las armas de fuego, pero otros atacan precisamente eso: que la delincuencia también las usa y, además, el ciudadano que con una traumática se enfrente a un delincuente con una de fuego o un arma blanca, lleva generalmente las de perder.

Por ello, el consejero presidencial para la Seguridad, Rafael Guarín, empezó hace unos meses a confeccionar un proyecto de decreto, que ahora está en manos del ministro de Defensa, Diego Molano.

Fuentes de la cartera de seguridad le dijeron a EL HERALDO que dicho borrador ya estaba publicado para comentarios en la red y en este momento el Gobierno está respondiendo las cerca de 300 inquietudes que produjo, para eventualmente pasar a expedirlo oficialmente.

Al respecto, Molano ha dicho recientemente: “Hemos encontrado en los últimos meses que se ha tenido un uso de estas armas para hurto. De las 1500 armas que hemos incautado, el 30 % fueron utilizadas en hurtos. Evidenciamos en las acciones violentas y vandalismo recientemente que estas armas fueron modificadas y les dispararon a la Policía y a servidores públicos y también están siendo utilizadas para extorsión”.  

Por ello, añadió, se prepara el decreto “y también el proyecto de ley de seguridad ciudadana que estamos pensando presentar al Congreso de la República, en el que estará incluido una parte especial para armas menos letales, para regular estas ramas traumáticas”.

El ministro de Defensa tiene la misión de regular el uso y el comercio de las armas menos letales.

El decreto

El proyecto de decreto está en manos del Ministerio de Defensa, que tiene la competencia legal para emitirlo. En este se establece que con base en un dictamen técnico de la Dijín y la legislación vigente, “las armas traumáticas son armas de fuego y deben tener las mismas restricciones”.

En suma, el Ejecutivo le apostaría al desarme general, para fortalecer el monopolio de las armas en cabeza del Estado y proteger la vida.

Por ello, conforme al artículo 6 del decreto ley 2535 de 1993, se plantea en la norma en estudio que se prohíba la libre venta y comercialización de las armas traumáticas, cuyo funcionamiento físico y químico emplea el mismo principio que las armas de fuego, es decir la combustión de una sustancia química para expulsar el proyectil.

El proyecto de decreto señala por tanto que portar armas traumáticas y de fogueo sin el correspondiente permiso de porte implicaría que se incluirían estas armas en el artículo 365 del Código Penal, que reza que “el que sin permiso de autoridad competente importe, trafique, fabrique, transporte, almacene, distribuya, venda, suministre, repare, porte o tenga en un lugar armas de fuego de defensa personal, sus partes esenciales, accesorios esenciales o municiones, incurrirá en prisión de nueve a 12 años”.

Por ello, cualquier ciudadano que una vez entre en vigor la norma esté interesado en adquirir un arma traumática o de fogueo, deberá solicitar permisos especiales para su tenencia y su porte, y se harán más estrictos los controles de las autoridades competentes a los procesos de comercialización.

Otro proyecto

Aparte del proyecto de ley de seguridad ciudadana gubernamental, que el Ministerio ha mantenido en reserva, el senador y candidato presidencial Rodrigo Lara, del Nuevo Liberalismo, presentó esta semana un proyecto de ley que, según le dijo a este diario, “establece que para que un arma de letalidad reducida pueda ser autorizada para uso en el país, debe estar aprobada por el Departamento de Control de Comercio de Armas Municiones y Explosivos del Comando General de las Fuerzas Militares, que deberá determinar qué armas pueden ser usadas por servicios de vigilancia y cuáles pueden ser utilizadas por civiles y las condiciones para su tenencia o porte”.

Lara agrega que el articulado trae unos requisitos generales para su importación y/o comercialización, “según los cuales para poder ser autorizadas las armas de letalidad reducida deben distinguirse claramente de las armas de fuego en su color y morfología, de manera que no puedan utilizarse para convertirse en armas de fuego”.

Hablan los expertos

César Niño, Ph. D. en derecho internacional y magíster en seguridad y defensa señaló en este medio que “las armas traumáticas en manos de los ciudadanos son peligrosas. Un arma traumática a pesar de su naturaleza, es un arma que también puede matar y herir de gravedad a otra persona”.

Añade el catedrático de la Universidad de La Salle que “en perspectiva de seguridad, ciudadanos armados rompen el principio del uso legítimo de la violencia que ostenta el Estado. En otras palabras, en el caso de permitirse que los ciudadanos se armen, el propio Estado estaría reconociendo su incapacidad de ejercer el uso legal y legítimo de la fuerza”.

Entre tanto, el presidente de Acore, John Marulanda, indicó a este periódico que en este caso “el Gobierno ha pasado de la absoluta indiferencia a la casi que prohibición de estas armas, lo que demuestra una conducta por decir lo menos errática cuando en el resto de países de la región las armas de este tipo venían siendo reguladas de manera efectiva”.

Advierte así mismo el especialista en seguridad y defensa y magíster en estudios políticos que “estas armas son usadas además con un falso objetivo de protección, ya que las armas no letales entrarían a no proteger frente a las armas letales que puedan enfrentar, y existe también una responsabilidad legal por lesiones personales que se puedan causar por acción de estas mismas armas traumáticas”.

La radiografía de las armas de letalidad reducida en Barranquilla y su área metropolitana

El coronel Jhon Sepúlveda, comandante operativo de la Policía Metropolitana de Barranquilla, dijo en diálogo con EL HERALDO que durante este 2021 han detectado que en medio de atracos y hasta riñas las personas han empleado este tipo de armas de uso deportivo. 

“Desafortunadamente se da el mal uso de estas armas, que desde un principio son concebidas para deportes o para otro tipo de actividades, pero no para generar este tipo de lesiones o generar estas novedades de hurto. Y sí hemos tenido comportamientos contrarios por parte de algunas personas porque han utilizado estas armas para cometer hechos delictivos”, explicó el oficial. 

Sepúlveda sostuvo que los controles en las diferentes zonas de la ciudad les han permitido capturar a personas que han cometido hurtos con este tipo de armas: “En lo que va corrido del año hemos incautado 164 armas de este tipo y 29 han sido con capturas porque estas personas son sorprendidas luego de haber cometido hurtos en la ciudad y toda el área metropolitana”.

Las traumáticas incautadas están ahora a disposición de las autoridades para su destrucción, indicó. “Nuestra meta es seguir con los operativos en todos los sectores de la ciudad que están priorizados y así poder contrarrestar el delito de hurto y también aumentar el decomiso de este tipo de armas que afectan la tranquilidad de los barranquilleros”, finalizó.

Revisando los últimos casos registrados en la ciudad, la noche de este jueves una patrullera fue baleada en medio de un atraco en Soledad. La mujer recibió un disparo con arma traumática en su espalda al colocar resistencia al robo de sus pertenencias.

Se trata de Keila Karina Muñoz Pacheco, de 30 años, quien recibió además un fuerte golpe en la cabeza. 

Según la uniformada, esta había salido de laborar de la Clínica Regional Caribe y se dirigía a su vivienda en compañía de una compañera del trabajo.

En ese momento, fueron sorprendidas por dos hombres en motocicleta quienes las iban a atracar y en medio de un forcejeo la patrullera resultó lesionada.

Por otro lado, el miércoles en horas de la mañana, un hombre también fue víctima de un ataque de sicarios, pero con arma traumática: le propinaron cuatro heridas. 

El hombre herido fue identificado como Jairo Humberto Rada Atencia, de 48 años, quien fue trasladado hasta la clínica Campbell. 

Según los testigos, el hombre lesionado estaba parqueado en una motocicleta en el sector, cuando llegaron dos sujetos en un vehículo similar y el parrillero lo atacó.

Las personas que residen en el sector aseguraron que escucharon alrededor de cinco disparos.

Ante estos hechos, la Policía realizó un plan candado, pero nunca reportó la captura de los responsables de estos casos.

Las armas menos letales sí pueden ser fatales: AI

Según un estudio de Amnistía Internacional, AI, las armas traumáticas o armas menos letales son iguales a la vista a las armas de fuego pero disparan "proyectiles de madera, goma, plástico u otros materiales (por ejemplo, bolsas de llenas de material pesado, como proyectiles de plomo). Pueden dispararse múltiples proyectiles o uno solo, consistentes, por ejemplo, en bolas, trozos, bloques o cilindros de madera, plástico o goma".

Sin embargo, la organización advierte que con este tipo de armas son comunes otras lesiones más graves, como desgarros, fracturas de huesos, conmoción cerebral, lesiones en la cabeza y daños o insuficiencia y hemorragia orgánicos internos. Pueden causar lesiones graves o la muerte, sobre todo si se disparan a corta distancia o contrapartes especialmente sensibles del cuerpo, como la cabeza, el pecho o el abdomen. Incluso utilizados de acuerdo con las instrucciones del fabricante, pueden causar lesiones graves y potencialmente mortales. “Los proyectiles pequeños, en particular, aumentan el riesgo de lesiones oculares y de penetración en los ojos o en la piel".

Las que se suelen vender en Colombia, en tiendas deportivas y especializadas, disparan balas de goma. Usualmente se venden pistolas y revólveres, que pueden llegar a tener un valor de entre $500 mil y $1 millón, y armas largas que van hasta los $4 millones.

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