La difícil tarea de Duque para recuperar la economía
La pandemia revirtió la tendencia de recuperación económica que traía el país y obligó a plantear estrategias para frenar su desplome.
Si hay algo por lo que se ha destacado la economía del país es por su solidez, dinamismo y resiliencia, que la llevaron a cerrar el 2019 con uno de los crecimientos más importantes de los últimos 5 años y entre los más altos de América Latina con un 3,3%. Esta cifra mostró la recuperación económica que vivió el país durante el año anterior en el marco de un entorno internacional turbulento.
Este año las cosas han cambiado, pero no solo para Colombia sino para el resto de los países, ya que la pandemia puso freno al crecimiento imponiendo una recesión global, que según analistas y expertos requerirá de una recuperación gradual.
Los retos económicos que tiene ahora el Gobierno del presidente Iván Duque, que cumple sus dos primeros años, son muy diferentes a los que se pronosticaban a comienzo de año. Las proyecciones que apuntaban a que el país lograría una variación del PIB superior al 3,5% ahora están en terreno negativo con escenarios en los que la contracción estaría en el rango de entre el 6% y el 7%.
El balance económico del Gobierno Duque requiere analizar los avances alcanzados antes de la pandemia y las medidas adoptadas para hacer frente a uno de los impactos más grandes de la historia.
Asobancaria destacó que en 2019 la expansión económica en Colombia continuó afianzándose con el impulso de la inversión y la solidez en el consumo privado y se esperaba que este año el país siguiera con la senda de recuperación.
Factores como el consumo en los hogares y el crecimiento constante de la inversión extranjera fueron esenciales para conseguir que el país creciera en un 3,3%.
La Inversión Extranjera Directa (IED) en 2019 creció en 25,6% frente al 2018 y alcanzó los USD14.493 millones, evidenciando que Colombia se mantuvo como un destino atractivo para los inversionistas. Además, el recaudo bruto acumulado en 2019 de los impuestos administrados por la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN) fue de $157,87 billones, con un crecimiento de 9,3% en relación con 2018.
Este primer bimestre de año, previo a la llegada del coronavirus a Colombia y al aislamiento preventivo obligatorio, la economía colombiana venía a buen ritmo; cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) muestran una expansión en enero de 3,5%, y de 4,1% en febrero.
El impacto económico ha llevado al Gobierno a adoptar medidas encaminadas a ayudar a las empresas a reactivarse y a proteger el empleo que ha sido golpeado por la pandemia, pues en los últimos meses se han destruido más de 4 millones de puestos de trabajo.
De los 29 proyectos de Cuarta Generación (4G) contratados, 24 están en ejecución y 13 tienen un avance superior al 50%, estos inyectaron a la economía del país $8,59 billones.
El Gobierno Duque también sacó adelante grandes proyectos que estaban detenidos como las obras civiles del Túnel de La Línea y la puesta en servicio del Puente Pumarejo.
El director de la Cámara Colombiana de la Infraestructura (CCI) Norte, Héctor Carbonell, asegura que son muchos los retos que en materia de infraestructura tiene el presidente Duque y que el gremio considera de gran importancia para la recuperación económica, ya que se prevé que la inversión en obras de infraestructura puede generar unos 160 mil empleos. Además, si se invierte el 0,5% del PIB en infraestructura de transporte para los próximos 10 años representaría un 0,8% de crecimiento económico por año, según un estudio de Fedesarrollo para la CCI.
En materia de navegación fluvial se espera que la APP del río Magdalena sea adjudicada entre marzo y abril del próximo año, pero es fundamental la normatividad fluvial para la navegación. Por el lado carretero, la doble calzada Ciénaga – Barranquilla es estratégica para la región y el país por lo que se debe buscar una salida para resolver el histórico problema de la erosión costera, seguridad vial y eficiencia logística.
La implementación de la quinta generación de concesiones que tendría 12 proyectos por unos $17 billones también es clave, ya que incluirá concesiones fluviales y férreas entre las que podría estar el tren metropolitano de Barranquilla.
Para la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI) esta ley fue un avance para contribuir al desarrollo social y económico del país.
El gremio ha señalado que la ley trajo importantes beneficios para el futuro del país en términos de desarrollo social, mayor equidad y más oportunidades; crecimiento económico y competitividad de cara al mercado global; y fortalecimiento de la industria y el sector empresarial por cuenta del avance hacia estándares internacionales en materia tributaria.
“Tanto los beneficios sociales como los empresariales significan una ganancia para la competitividad del país y para todos los colombianos”, señaló el gremio sobre esta ley.
Para el Gobierno, la ley permitió asegurar la financiación del gasto social de la vigencia 2019. La Ley de Financiamiento de 2018 y la Ley de Crecimiento Económico de 2019 buscaron proteger a la población más vulnerable, así como lograr un sistema tributario más equitativo, facilitar los emprendimientos, fortalecer la DIAN y obtener una mayor contribución de quienes tienen ingresos y patrimonios altos.
En los dos últimos años, el país ha dado un salto histórico en la incorporación de energías renovables de fuentes no convencionales, al pasar de menos de 50 megavatios de capacidad instalada a más de 2.500 megavatios en 2022. “Colombia va a consolidarse con una de las matrices más limpias de América Latina, y como el país al que llegará la mayor inversión extranjera para la transición energética. En este camino nos hemos trazado varios objetivos; llegar a un 10% de generación a partir de energías renovables no convencionales, alcanzar un 20% en la próxima década para finalmente convertirnos en un país carbono neutro en 2050”, aseguró el presidente Duque. Además, en lo que va de este Gobierno se ha llevado energía a 33.642 familias con proyectos de electrificación rural, de las cuales 18.915 habitan en municipios priorizados para la estabilización de la paz.
El ex ministro de Minas y Energía Amylkar Acosta destaca el plan de salvamento de Electricaribe, que se incorporó en el Plan de Desarrollo (2018 – 2022) y permitió abrir la subasta en la que se adjudicaron los dos mercados de la Costa a los nuevos operadores: Caribe Sol y Caribe Mar. Dijo que uno de los mayores retos lo plantea el megaproyecto de Hidroituango, que debía entrar a operar en diciembre de 2018, pero por una grave contingencia se ha aplazado su entrada, con el riesgo de desabastecimiento de energía, ya que su capacidad de generación es de 2.400 MW, el 17% de la demanda nacional.
El director de la Corporación de Empresarios del Oriente del Atlántico (CEO), Efraín Cepeda, afirma que en el balance de lo hecho por el Gobierno para enfrentar la pandemia se destaca la ampliación de la bancarización, que llegó a 1,6 millones de colombianos más. “Fue el camino ideal para hacerle llegar a los sectores menos favorecidos las ayudas estatales de Familias en Acción, Adulto Mayor, Ingreso Solidario y devolución del IVA; y el subsidio al empleo a través de las empresas que más han resultado afectadas por la crisis”, señala.
Afirma que los grandes retos son la reactivación plena de los sectores productivos y la recuperación del empleo, que ya venía en caída antes de la llegada del coronavirus. “Las empresas necesitan mayores apoyos para salir adelante y serán importantes tanto la ampliación de las garantías a los créditos a otorgar por la banca, como aportes de capital aplicados temporalmente y focalizados de manera especial en sectores que han llevado la peor parte”, indica. Los subsidios para la compra de vivienda anunciados para los dos años siguientes, que dinamizarán al sector de la construcción y a su cadena de valor.
Además, ante la magnitud del choque macroeconómico que vive el país y la necesidad de usar la flexibilidad permitida por la Ley 1473 de 2011, el Gobierno decidió suspender la Regla Fiscal para 2020 y 2021.
La presidente de la Asociación Colombiana de Micros, Pequeñas y Medianas Empresas (Acopi), Rosmery Quintero, afirma que el país venía con una tendencia de crecimiento y de cierre de brechas económicas y sociales que ha cambiado con la pandemia, pero señala que el sector empresarial confía en que con el liderazgo de la reactivación económica y el trabajo de la Misión del Empleo se logren realizar los ajustes necesarios de corto, mediano y largo plazo.
Entre las apuestas del Gobierno para promover el desarrollo empresarial como camino para mejorar la calidad de vida de los colombianos hay programas como el de ‘Crecimiento Empresarial para la Formalización’, que ve la formalización como el resultado del crecimiento y progreso empresarial. Otra iniciativa para apoyar el emprendimiento es Aldea, de iNNpulsa, que ha acompañado a más de 300 compañías y emprendedores innovadores, para que se conecten con mentores, asesores, inversionistas y entidades de crédito.
A través de las ‘Fábricas de Productividad’, 1.718 firmas se benefician de intervenciones para mejorar en productividad operacional y laboral, eficiencia energética, gestión comercial y otros. También se creó la Ventanilla Única Empresarial (VUE), que ha facilitado la apertura de 73.373 empresas.
Con una estrategia de atracción de Inversión Extranjera Directa se impulsa la creación y protección de puestos de trabajo, transferencia de conocimiento y de tecnología.
