Colombia

En video | El estremecedor relato de Ingrid Betancourt sobre su secuestro

La excandidata presidencial contó ante la JEP que las Farc le escupían la comida, no le daban toallas higiénicas, no la dejaban hacer del cuerpo, la obligaban a orinarse en los pantalones y la dejaban con diarrea y vómito durante una semana por no entregarle medicamentos para la malaria.

La excandidata presidencial Ingrid Betancourt entregó este miércoles ante la Justicia Especial para la Paz, JEP, un estremecedor relato de las torturas a las que la sometieron las Farc durante su cautiverio de más de seis años.

Desde París y por videoconferencia, la excongresista, plagiada entre el 23 de febrero de 2002 y el 2 de julio de 2008, declara ante la Sala de Reconocimiento de la JEP en el marco de los procesos que se siguen contra la cúpula de la desmovilizada guerrilla por los secuestros de líderes políticos.

Al respecto, Betancourt advirtió en medio de su narración: "Las Farc nos tenían secuestrados cerca de los sitios de coca y nos usaban a los secuestrados políticos para dar la impresión de que tenían un criterio político, cuando ya estaban convertidas en un grupo narcotraficante".

La exsenadora del Partido Verde Oxígeno relató ante el sistema de justicia transicional los momentos más dramáticos de su plagio.

"El 23 de febrero de 2002 comenzó mi descenso al infierno. Un mes después exactamente fallece mi padre, las Farc no asesinaron a mi padre pero son responsables de su agonía. Mi papá, en el lecho de su muerte, preguntaba '¿dónde está la niña?'. Yo estaba en la selva. Cuando me enteré de su muerte casi me enloquezco, me di cuenta de que los seres humanos podemos vivir sin dormir, duré un año sin dormir. No dormía porque soñaba con mi padre", dijo sobre el inicio de su cautiverio.

“El 23 de febrero de 2002 comenzó mi descenso al infierno

Además, acusó a las Farc "de tortura sicológica contra mí y contra mi familia. La separación de mis hijos fue probablemente lo más duro de esos años de secuestro. Yo sudaba de miedo por las noches, un miedo diferente. Mi obsesión era escaparme, fueron muchos intentos. Cada vez que me capturaban en un intento de fuga, los castigos eran más terribles, y eso me quebró la confianza en el otro. Los guerrilleros eran en promedio de 16 años, hasta de 9 años, y tenían curiosidad por nosotros, querían hablarnos, pero ellos tenían un fusil, y nos tenían privados de la libertad, e inmediatamente se transformaban en seres sádicos y crueles".

Sobre las torturas a las que la sometieron las Farc, narró: "Durante los seis años, cuatro meses y nueve días la comida siempre era arroz y con suerte lentejas y pasta, pero hacía fila para mi ración y el guardia me botaba la comida al piso y me decía que no quedaba nada, detalles sin importancia, me escupían en la comida. Teníamos objetos que eran nuestros tesoros, la foto de mi hijo, la cadena de mi abuela, yo trataba de preservar esos objetos en frascos para que no se fueran a mojar en los ríos, eran mi conexión al mundo de mis amores, y las Farc nos los quitaban".

“Cada vez que me capturaban en un intento de fuga, los castigos eran más terribles

Y continúa su estremecedor relato la ex candidata presidencial sobre las vejaciones durante el secuestro: "Nos obligaban a ponernos la ropa húmeda, nos decían que nos iban a liberar para que camináramos más rápido, me ponían el apodo de la garza o la perra, y nosotros luchábamos para convencernos de que seguíamos siendo seres humanos dignos de respeto. El comandante Enrique me ponían a orinar delante de todos, encima de mis compañeros, y yo me orinaba en los pantalones. Cuando tenía el periodo me hacían bañarme en un caño infestado de pirañas. Me decían 'para usted no hay toallas higiénicas'. Un guerrillero me apretaba tanto la cadena que no podía pasar saliva, después de una fuga me tuvieron varios días encadenada a un palo, a la intemperie, y estaba empapada, no me dejaban ni hacer del cuerpo".

Contó además cómo enfrentó las enfermedades en la selva y la manera en que la antigua guerrilla, de manera deliberada, se rehusaba a entregarle los medicamentos para aliviar su estado de salud. 

“Me ponían el apodo de la garza o la perra, y nosotros luchábamos para convencernos de que seguíamos siendo seres humanos

"Tuve malaria, la malaria es una tortura de vómito y diarrea que se cura con tres pastillas, y esas pastillas las tenía la guerrilla, les rogaba de rodillas que me las dieran, pero esperaron una semana para dármelas. Me enfermé, tenía brotes con pus, no podía comer, perdí mucho peso, me aislaron, me estaba muriendo, mis compañeros protestaron y pidieron al comandante tratamiento, mandaron a una enfermera, de 15 años, que no era enfermera y que igual me habría matado si le hubieran dado la orden. Cuando por fin enviaron al enfermero militar, William Pérez, quien dijo que no trataría más a los miembros de la guerrilla si no me daban los remedios que necesitaba, me pusieron suero porque iban a tomar las pruebas de vida, que son las que el país conoció, en que salgo sentada, mirando al piso".

También agradeció a los militares que participaron en la denominada 'Operación Jaque', en la que se produjo el rescate de 15 secuestrados, incluyendo el de Betancourt: "En este instante mi pensamiento va hacia los muchachos héroes de la 'Operación Jaque', que se jugaron la vida para sacarnos de allá, y al agradecerles a ellos mi corazón se duele recordando a los que nunca volverán".

“En este instante mi pensamiento va hacia los muchachos héroes de la 'Operación Jaque’

No obstante, la excongresista hizo de igual modo reparos por varias circunstancias que antecedieron su plagio: "La versión oficial del Gobierno es que nosotros firmamos un papel que decía que pasábamos el retén militar el día de nuestro secuestro por cuenta propia. Pero si era tan peligrosa esa carretera la pregunta que me hago es ¿por qué me quitaron los escoltas, por qué dijeron que los escoltas no pasaban, cuando la orden debía ser que nadie pasaba, que nadie saliera de Florencia?".

Y agregó en este sentido: "Nos facilitaron un vehículo oficial con placas militares, ¿por qué debía confiar en el general Arcesio Barrera, por qué mi escolta me dijo que no había ningún peligro, por qué no cerraron el retén militar para proteger a todos los civiles que iban ahí?".

Finalmente, señaló que las dos órdenes de quitarle los escoltas y abrir el retén le generan muchos interrogantes: "Yo tenía confianza en el Estado, en el Gobierno, yo tenía diferencias con Pastrana desde lo partidista, pero confiaba en él, confiaba en mis escoltas. No sé cuál es la verdad. Pero los hechos tozudos fueron la orden de quitarme mis escoltas y la de abrir el retén. Esas dos órdenes desencadenaron el trauma de un secuestro de siete años. No fui la única víctima. Todas las víctimas tienen derecho a saber la verdad, cómo sucedió, por qué sucedió, quiénes son los responsables".

“Si era tan peligrosa esa carretera la pregunta que me hago es ¿por qué me quitaron los escoltas

Betancourt es secuestrada luego de que se suspendieran los diálogos con las Farc y el gobierno de Andrés Pastrana ordenara la retoma de la llamada 'Zona de Distensión' en San Vicente del Caguán por parte del Ejército. El 23 de febrero, el presidente Pastrana viaja al Caguán con el objetivo de reconocer la presencia de la fuerza pública nuevamente en el municipio y convoca una rueda de prensa internacional. Betancourt, candidata presidencial opositora en ese momento, decide hacer acto de presencia y parte hacia San Vicente por tierra desde Florencia, ya que no se le había permitido viajar en un helicóptero militar que se desplazaba hacia aquel lugar.

Facebook
Twitter
Messenger
Whatsapp
Convierta a El Heraldo en su fuente de noticias
X
COMO REPORTAR A WASAPEA
1. Agrega a tu celular el número de Wasapea a EL HERALDO: +57 310 438 3838
2. Envía tus reportes, denuncias y opiniones a través de textos, fotografías y videos. Recuerda grabar y fotografiar los hechos horizontalmente.
3. EL HERALDO se encargará de hacer seguimiento a la información para luego publicarla en nuestros sitio web.
4. Recuerda que puedes enviarnos un video selfie relatándonos la situación.