“Es una gran mentira que las Farc diga que nunca nos encadenaron”: víctima
Desde hoy y hasta se llevará a cabo la audiencia de observaciones de víctimas del Caso 01 frente a las versiones dadas por exmiembros del antiguo Comando Conjunto Central de las Farc-EP.
Durante la diligencia que arrancó la mañana de este miércoles, Héctor Cajicá, secuestrado por el frente 25 de las Farc en Prado, Tolima, de 2003 a 2005, señaló que uno de los comparecientes “faltó a la verdad” cuando aseguró que no participó activamente en su secuestro.
En su intervención el hombre relató que en su secuestro estuvo implicado un informante que había trabajado con él durante varios años. Reclamó, además, que el compareciente dijo que nunca los encadenaron. “Siempre, a las 6 de la tarde, nos encadenaban, y a mí me encadenaban más”, dijo.
"Yo duré encadenado como 6 meses. Nos llevaban encadenados hasta dónde íbamos a hacer las necesidades. Nos quitaban las cadenas para bañarnos y en seguida nos las ponían. Es una gran mentira que diga que nunca nos encadenaron”, dijo Cajicá, al tiempo que señaló que se hizo amigo de los guerrilleros que lo vigilaban, fue entonces que el comandante les prohibió hablar con los secuestrados. “Todos (esos guerrilleros) eran menores de edad y la mayoría no sabían ni leer ni escribir”.
Cuestionó que el hecho de que los comparecientes “nunca hablaron del maltrato psicológico” en su comparecencia. “Hay muchas cosas que omiten, las caminatas eran tenaces”, dijo Cajicá y destacó: “La que más sufre es la familia. Porque uno lo está viviendo y aguanta lo que sea (...). La vida le cambia a uno completamente después del secuestro”.
Ramiro Charry Durán, cuyos padres fueron secuestrados asistió a la audiencia en representación de su familia. “Estos días son de revivir ese monstruo, ese fantasma (del secuestro), que mi grupo familiar sigue viviendo”, dijo.
“Con una sola falta, con una sola mentira que (los comparecientes) tengan para mí se cae el argumento de ellos”, dijo Charry, quien reclamó que los comparecientes dijeran que su madre no se quería ir por no dejar solo a su esposo. “Es una mentira gravísima”, expresó.
La víctima expresó que su mamá durante el secuestro se fracturó una de sus pierna en tres partes ellos tuvieron consideración para liberarla. “No hay ningún hecho que el Comando Central no sepa lo que estaban viviendo los secuestrados”, dijo el señor Charry.
Acto seguido, Julieta Lemaitre, magistrada de la Sala de Reconocimiento, resaltó que ese es uno de los hechos que ilustra la tortura que se imputó al antiguo secretariado por responsabilidad de mando.
Antes de la intervención de las víctimas, la magistrada explicó que en estas diligencias se privilegia la atención psicosocial de las víctimas.
Mario Montoya Gómez, víctima asistente a la audiencia, relató los hechos y las circunstancias en las cuales se dio su secuestro en 2009. Viajaba con su familia a las afueras de Ibagué cuando hombres armados lo retuvieron y le pidieron $200 millones por su liberación.
“Yo me pregunto por qué me secuestraron”, dijo Montoya y agregó: “Es muy difícil para uno que todo lo que generó en 30 años de trabajo se pierda. (...) ¿Quién nos repara a nosotros eso?”.
Montoya pidió a la magistrada que se aclare quién es más intervinieron en su secuestro, si estuvo involucrado un empleado de su finca y un tercero adicional. “Vinimos por una verdad absoluta, no a medias”, dijo.
