Defensoría reporta aumento de menores que estarían migrando solos al Darién
Así lo advirtió este lunes en un comunicado el defensor Carlos Camargo. En mayo salieron por Necoclí unos 20 menores de edad.
El defensor del pueblo, Carlos Camargo, advirtió este lunes en un comunicado que está aumentando el número de niños no acompañados en la migración del norte del Pacífico colombiano hacia el tapón del Darién.
"Solo en el mes de mayo, la Defensoría del Pueblo obtuvo información sobre la salida por Necoclí hacia el tapón del Darién de 169 niños y niñas, de 0 a 12 años, y de 41 adolescentes entre los 13 y 17 años", señaló el funcionario, agregando en este sentido que "se ha visto además un incremento de niñez no acompañada: desde Unicef Panamá reportaron la llegada de 17 jóvenes no acompañados a su frontera, lo que afecta el tejido social en el territorio y vulnera los derechos humanos de la niñez, sujeto de especial protección por parte del Estado colombiano".
Por ello, la entidad llamó la atención sobre los graves riesgos a la vida, seguridad e integridad que enfrentan niños, niñas y adolescentes migrantes que transitan por Apartadó y Necoclí, en Antioquia, y el corregimiento de Capurganá, en Acandí, Chocó, en los límites entre Colombia y Panamá.
En el año anterior, según el Servicio Nacional de Fronteras de Panamá, Senafront, se presentó el cruce fronterizo de al menos 134.000 personas, de las que predominaba la presencia de grupos haitianos, la mayoría hombres, y unos 29.000 niños, niñas y adolescentes. No obstante, el perfil migratorio ha cambiado: mientras en 2021 predominaban los migrantes haitianos; para el 2022 la mayoría son provenientes de Venezuela, también viajando con niños, niñas y adolescentes.
"Vale la pena mencionar que por falta de mecanismos oficiales hay un subregistro frente a la dinámica de movilidad humana y, en ese sentido, se sabe que persiste el flujo poblacional de personas haitianas, angoleños, senegaleses y de otras nacionalidades, pero tampoco se ha podido corroborar la cantidad exacta de personas", dijo Camargo.
La Defensoría y la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) tienen identificadas varias situaciones especiales: la mayor presencia de familias que viajan con niños, niñas y adolescentes, debido a que tienen menor capacidad económica, los migrantes se ven obligados a permanecer en lugares de uso público y de calle, y deben estar más tiempo en Colombia, realizando actividades económicas informales que les permita reunir los recursos que requiere el viaje.
"Los menores de edad están mucho más expuestos para ser instrumentalizados por parte de los grupos armados ilegales y las organizaciones criminarles, que buscan aprovecharse de esta situación y cometen reclutamiento, violencia sexual, explotación sexual, violencias basadas en género y trata de personas", advirtió el defensor.
Ante esto, recomendó el ente la articulación armónica y solidaria entre todas las instituciones que hacen parte del Estado colombiano y en especial a las relacionadas con el Sistema Nacional de Bienestar Familiar, hacia la construcción de entornos seguros para la niñez refugiada y migrante, junto con las comunidades de tránsito y acogida en el país.
